Sara Camila Mateus, con tan solo 10 años, murió dentro del colegio Divino Maestro tras haberse ahogado mientras comía un mamoncillo. Su familia denuncia una posible negligencia que habría ocurrido dentro del salón de clases.
El dolor por la pérdida de Sara Camila Mateus Freitef tiene consternados y con el corazón hecho pedazos a sus familiares. Este insólito, pero aterrador hecho, se presentó en el barrio Santa Teresa (Usaquén) mientras la niña estaba en su primera clase el viernes pasado, en el último día de clases antes de salir a vacaciones de mitad de año.
No obstante, este suceso se dio a conocer recientemente, cuando la abuela de la menor decidió hacer una velatón por la memoria de su nieta, esperando que las autoridades responsables de este caso le den alguna respuesta ante una posible negligencia que habría ocurrido dentro del colegio.
Desgarrador relató
“No sabemos específicamente a qué hora sucedió eso, porque a mi hija (la mamá de Sara) le informaron ya a las 7:30 a.m., cuando ya tenían a la niña en el Hospital Simón Bolívar. Lo que nos cuentan los padres de familia, porque los hijos de ellos les relataron lo que pasó, es que a mi niña una compañerita le había dado un mamoncillo”, le relató a Q’HUBO Ana Sofía Freitef, abuela de la menor fallecida.
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Según los relatos de los menores, la niña se atragantó con la semilla de esta fruta y, al ver que no podía respirar, sus compañeros le informaron a la maestra de lo sucedido.
“La profesora misma dijo que estaba revisando unos cuadernos cuando los niños le dijeron que Sara estaba tosiendo y que no respiraba, pero la profesora levantó la cara para mirarla ya cuando mi niña estaba morada”, comentó la señora Ana.
La abuela de la menor relató que no se explica cómo la profesora que estaba con la niña no llamó a una ambulancia, sino que prefirió avisarle a otra maestra y a la coordinadora, mientras la niña estaba luchando por su vida.
“Del colegio me llevaron a la niña a un CAP, donde no le prestaron los primeros auxilios, y luego llamaron a la ambulancia, pero no le habían puesto ni oxígeno y eso que me dijeron que a la niña ya le habían dado dos paros. Luego la ambulancia se llevó a la niña al hospital, y es ahí cuando llaman a mi hija. Hicieron el paseo de la muerte a mi niña”, comentó la abuela de la menor.
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Cuando la madre de la menor llegó al hospital, vio cómo los galenos intentaban reanimar a la menor.
“Duraron 18 minutos reanimando a Sarita y más tiempo se perdió en el que debieron atenderla primero, antes de que llegara al hospital. Eso hizo que se generara la muerte de mi niña. Ella duró más de 30 minutos sin que le llegara oxígeno al cerebro. Por eso hay una negligencia del colegio y del CAP donde atendieron a mi niña. Me parece injusto que hoy los profesores estén reclamando por sus derechos, pero la verdad no están capacitados para una eventualidad como ésta, que le puede pasar a cualquiera y que se pudo evitar”, informó Ana Freitef.
La abuela de la menor denunció ante Q’HUBO que en las instalaciones de la institución no se cuenta ni siquiera con un botiquín de primeros auxilios para atender a los menores. Además, según la mujer, ninguno de los profesores está capacitado para prestar primeros auxilios a los niños en caso de emergencia.
“Me parece injusto porque intentaron tapar las cosas. A una mamá de otra niña le dijeron que mi niña murió a las 8:00 p.m. para que no dijeran que eso pasó aquí. La verdad es que en esta institución no les prestan la atención adecuada a los niños porque la coordinadora vio que la niña llevó esos mamoncillos y no dijo nada. Es más, la dejaron comer en horas de clase y por esto pasó esto. La verdad no nos han prestado el acompañamiento necesario. Yo espero que estas instituciones capaciten a los maestros para que puedan manejar estas eventualidades y que estos casos no vuelvan a ocurrir”, concluyó la abuela de la menor.
Recomendaciones de un experto
“Para atender a un menor ahogado o atragantado con algún alimento, lo primero es identificar la situación observando si la persona se toca la garganta, tose o intenta vomitar. Luego, se debe verificar si está respirando. Si no, se debe realizar la maniobra de Heimlich: una persona adulta se coloca detrás del menor, entrelaza los dedos alrededor del abdomen, posiciona las manos en la boca del estómago y realiza empujones hacia arriba para comprimir el diafragma y expulsar el objeto. Si esto no funciona, se debe poner al menor de lado (posición decúbito dorsal) y trasladarlo a un hospital para evitar hipoxemia, que puede causar paros cardiorrespiratorios.
Es crucial que todos aprendan esta maniobra y evitar dar frutas con semillas pequeñas a niños menores de 10 años, recomendando cambiar la presentación de estos alimentos para prevenir accidentes similares”, informó Jhon David Páez, enfermero Jefe.
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