El pasado 5 de junio le cambió la vida a Marcela Zánches Cáceres, de 21 años, y a toda su familia. Han sido meses de ardua lucha que ha atravesado esta jovencita, cuya vida por poco se ve arruinada debido a la sevicia de un ladrón.
Para su familia es una injusticia que Marcela hoy esté postrada en una cama de hospital, con la movilidad reducida y pocas expectativas de recuperar su vida de antes.
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Dos días le faltaban a Marcela para graduarse de Auxiliar de Farmacia. Sus sueños se vieron
aplazados esa mañana de junio, que sigue perturbando a todo su círculo familiar. Marcela
fue diagnosticada con paraplejía; sin embargo, ahí no acaba todo: su familia montó una campaña para ayudar a salir adelante a esta guerrera, ya que la justicia actúe con celeridad en este lamentable caso.
El día del hurto…
“Marcela iba a comprar una harina para otra hija, de 1 añito, que yo tengo en el barrio Soacha, Granada (Carrera 5 con Calle 15). Ella salió ese día con una amiga, quien me contó que contestó una videollamada que le entró en ese momento. Cuando estaba hablando se le acercaron dos personas: una por delante y otra por detrás. A ella la asusta la persona que estaba detrás y del susto ella no entregó su celular”, comenzó el relato una allegada de la joven, cuya identidad protegemos.
Ese fue el momento en que uno de los criminales, sin ningún tipo de piedad, le propinó dos puñaladas: una en el pecho y otra en la cabeza. Y de no ser por un vendedor de aguacates, la amiga con la que estaba ella y el tendero de una droguería, Marcela, estaría muerta.
“Ellos buscaron una camilla y se la llevaron inmediatamente al hospital. Luego, llegó una patrulla, que fue la que trasladó a la joven malherida al Hospital Mario Gaitán Yanguas”.
Mientras era atendida de urgencias, la familia de Marcela fue notificada de la emergencia. “Me dicen que está en cirugía, que tenía una fractura craneoencefálica grave. Pero allá me dijeron que no podían operarla, ya que no tenían los implementos necesarios para hacer la cirugía. Ahí es donde la trasladaron al Hospital Méderi, en Bogotá”.
La lucha de una guerrera…
Ocho días después del ataque, la madre Marcela recibió una llamada que cambió todo. “Me dijeron que desafortunadamente la niña iba a quedar parapléjica. Ella desde ese día permanece hospitalizada por los daños en su cabeza”, añadió la allegada de la joven.
La lucha no solo es por la salud de Marcela, sino también por la búsqueda de justicia. La allegada de Marcela denunció ante Q’HUBO que “al bandido lo atraparon. Pero durante la audiencia el tipo me dijo que: ‘si es por el celular robado, yo se lo devuelvo’, y el juez al final lo dejó libre porque es venezolano y porque la ley le impide tomar acciones. Además, vivimos con temor porque a raíz de ese fallo de la justicia, la familia está amenazada. Estamos en total desamparo”, contó desconsolada.
Lo peor de todo es que Marcela ha manifestado su descontento con la vida, por lo que su lucha ha sido muy difícil. “Somos una familia humilde, no tenemos muchos recursos para costear todo el tratamiento. Estamos a la espera de la evolución de Marcela, estamos haciendo todo por ella”.
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