“¡Auxilio! ¡Auxilio!”, fueron las palabras que los vecinos del joven Cristian Sandoval Montaño escucharon la mañana del miércoles dentro de la vivienda que habitaba, ubicada en la localidad de Suba. El muchacho, con sus últimas palabras, logró avisar de la violenta agresión que le propinó quien sería un conocido de mucha confianza.

Sus palabras fueron escuchadas por los otros residentes de la vivienda, ubicada en una esquina del barrio Santa Rita (Suba). La Policía también atendió el llamado y llegó a la residencia, donde encontraron al muchacho siendo auxiliado por la comunidad. Pero ya estaba muy grave, pues la puñalada le había calado en el cuello. Una hora más tarde, el vecindario recibió la noticia de la triste muerte de este joven, quien era un querido y reconocido vecino.

Traición le cobró la vida

“Tenemos entendido que él (Cristian) le brindó ayuda al tipo que luego lo agredió. Se había echado encima a todos con los que vivía, pero él de buen corazón le abrió la puerta de su hogar, le dio cama, comida y luego él le pagó de esta manera, ¡es inaudito!”, narró a Q’HUBO un vecino del joven asesinado.

Dicen, además, que el presunto asesino, de nombre J. L. Noguera (de 20 años), tenía todas sus pertenencias listas la mañana del homicidio en la entrada de la casa de Cristian, listo para irse luego de una estadía de, aproximadamente, dos días. Algo sucedió durante ese tiempo, algo que desató la terrible traición.

“Se supone que el tipo ya tenía todo armado para irse de la escena. Al parecer, el tipo se le iba a llevar unas cosas del hermano de Cristian y él, por defender sus pertenencias, detuvo al sujeto. Ahí fue cuando este lo agredió y lo apuñaló”, agregó el testigo anónimo.

Capturado en flagrancia…

Sobre las 9:30 de la mañana sonaron los primeros gritos de auxilio. A pesar de que las autoridades hablaron de una posible riña, los testigos afirman que solo escucharon los gritos de dolor de Cristian.

“Yo no escuché riñas ni peleas, creemos que el tipo lo atacó cuando él estaba desprevenido luego del reclamo por sus cosas. La Policía llegó y lo montaron en una patrulla”, añadió el testigo. Al Hospital de Suba ingresó el joven, pero su vida ya estaba comprometida y dejó este mundo sobre las 10 a.m.

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Como la comunidad escuchó los gritos, pudo hacerle la encerrona al presunto criminal en la Carrera 151D con Calle 138D. Lo acorralaron, pero este se negaba a entregarse. Dicen en la cuadra que el delincuente se encaramó sobre un tejado, “por un momento pensamos que se iba a tirar y quitarse la vida”, comentaron algunos. Pero en su lugar el bandido quiso saltar a la otra casa, a la cual podía acceder por los techos. La Policía fue avisada de esto y rodearon la cuadra y la casa, donde finalmente fue detenido el presunto asesino.

Los vecinos solo piden que la justicia sea efectiva en este caso. “Al muerto uno le veía trabajar de día y llegar de noche, era muy juicioso, vivía con unos hermanos, por eso queremos que las cosas no se queden así, que este tipo pague por lo que hizo, por la confianza que le dieron y que traicionó. A este pelado, ni en sus últimas palabras de vida, le escuché decir una grosería”, cerró el vecino aterrado con este episodio.

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