Supervisores del equipo de seguridad del edificio del Consejo Seccional de la Judicatura, ubicado en la localidad de Chapinero, se llevaron tremendo susto sobre la mañana de ayer por cuenta de un desafortunado deceso que implica a uno de los trabajadores que velan por la seguridad del predio.
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A pocos minutos de que el reloj marcara las 5 de la madrugada de ayer, los supervisores de un joven (de 28 años) llegaron a su puesto de trabajo alertados por el sonido de un disparo. Cuando se disponían a indagarle por lo sucedido se llevaron el susto de sus vidas: el muchacho yacía gravemente herido con un tiro en la cabeza.
Pese a que quisieron brindarle los primeros auxilios ya no había nada qué hacer.
Los hechos…
A las 4:50 de la mañana de ayer uniformados de Chapinero recibieron la llamada de alerta. La persona que llamó informó que en el edificio ubicado en la calle 85 con carrera 11, en jurisdicción del barrio Rincón del Chicó, donde funciona una sede del Consejo de la Judicatura, uno de los guardas de seguridad, al parecer, se había disparado en la cabeza.
De inmediato, las autoridades se dirigieron al sitio. A su llegada confirmaron la información inicial y se encontraron con que en el puesto de trabajo yacía el hombre sin vida con una certera herida en la cabeza.
Los superiores, quienes encontraron el cuerpo y dieron la posterior alerta, les indicaron a las autoridades que cerca de las 4:30 de la mañana escucharon la detonación y de inmediato se dirigieron al punto. Jamás se imaginaron que el disparo provenía del puesto de trabajo de su compañero, y mucho menos llegaron a pensar que el deceso era inminente.
En este predio, ubicado en el barrio Rincón del Chicó, fue hallado el joven por sus superiores.
Cuando las autoridades hicieron presencia solo restaba empezar con los actos urgentes y dar aviso al equipo forense para iniciar las diligencias de levantamiento del cadáver.
Si bien al cierre de esta edición aún no existía una versión oficial que diera cuenta de lo sucedido, de acuerdo con las primeras versiones entregadas por las autoridades, la hipótesis más fuerte responde a que el joven habría tomado la decisión de morir por mano propia, y para tal fin habría usado su arma de dotación.
Las múltiples cámaras de seguridad instaladas en el predio están siendo revisadas minuciosamente, tanto por el personal de la empresa donde trabaja el ahora occiso como por la Policía, para así establecer si, como todo parece indicar, se trató de un suicidio o si, por el contrario, hay otra persona implicada en este terrible deceso.
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