En un solitario y desolado potrero que antaño formaba parte del humedal Santa Ana, en el municipio de Soacha, este martes se presentó un nuevo hecho sicarial que cobró la vida de un joven de 22 años oriundo de la ciudad de Villavicencio, en el departamento del Meta.
De acuerdo con vecinos del sector, luego de escuchar varios disparos, observaron al joven tendido en una zona verde de la zona y procedieron a darle inmediato aviso a las autoridades.
Aunque varias personas se acercaron a tratar de brindarle los primeros auxilios al joven, no pudieron hacer nada: el deceso había ocurrido a los pocos minutos de ocurrida la fatal agresión.
Los hechos…
“Yo estaba acá camellando tranquilo en mis cosas cuando, póngale usted faltando un cuarto para las 11 de la mañana, ¡tremendo susto! Por lo menos fueron unos cinco disparos los que se escucharon, obviamente yo no me asomé porque por andar de sapo quién sabe qué pueda pasar. Lo que hice fue esconderme varios minutos mientras sentí que el ambiente ya estaba más tranquilo y cuando salí habían otros vecinos por ahí y fueron ellos los que le avisaron a las autoridades”, le contó a Q’HUBO un vecino la mañana de ayer, a 24 horas de la comisión del homicidio.
A los 15 minutos de que los vecinos les dieran la alerta las autoridades llegaron a la escena del crimen, ubicada en inmediaciones de la Transversal 13 D Calle 31H Sur, en un concurrido sector residencial del primer sector del barrio Quintas de Santa Ana.
En un improvisado puente hecho con llantas de carro lleno de rocas y arena que utilizan los vecinos para pasar por una de las partes más húmedas de la zona, las autoridades encontraron el cuerpo. El cadáver estaba boca abajo y presentaba varias heridas de arma de fuego en diferentes partes del cuerpo. El cuerpo también tenía una grave laceración a la altura de la cabeza hecha, al parecer, con un cuchillo.
Las autoridades identificaron al occiso como Gabriel Alduber García Arias. Joven de 22 años nacido en Villavicencio. Las causas del crimen aún no han sido dilucidadas por los investigadores que llevan el crimen. Q’HUBO habló ayer con varios testigos presenciales del hecho y las versiones coinciden que el atacante escapó por la zona conocida en el sector como ‘Las Jirafas’.
Los uniformados que atendieron el caso se encuentran revisando minuciosamente las cámaras instaladas en los alrededores de la escena del crimen, dado que en el punto exacto del hallazgo no hay cámaras cerca por ser una zona boscosa de poco movimiento.
“Ese potrero siempre ha sido un peligro. Póngale que más o menos desde las cinco de la tarde eso es territorio prohibido, nadie pasa por ahí a pesar que uno puede cortar camino para llegar a varios conjuntos pero la gente prefiere evitar. Como ese potrero queda atrás de un colegio en épocas de vacaciones es más solo y peligroso que lo normal. Ojalá que ahorita que entran los pelados al colegio otra vez la policía haga más presencia porque de verdad que ese sector se presta para que hagan de todo”, fue la respuesta de una comerciante del barrio Quintas de Santa Ana cuando le inquirimos por la situación de seguridad en el sector.
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