Una allegada de la víctima le relató a Q’HUBO la pesadilla que padeció la joven antes de ser asesinada a manos de Iván.
El vil asesinato de Stefanny Barranco (32 años), en la tarde de este miércoles, paralizó la capital. El crimen se perpetró dentro de un local del centro comercial Santafé (Suba), cuando su expareja sentimental y padre de sus dos hijos llegó hasta el lugar y cegado por los celos y la rabia porque Stefanny lo dejó, le propinó varias puñaladas.
¿Quién era ella?
De acuerdo a sus familiares, Stefanny había llegado hace más de un año a Bogotá en busca de mejores oportunidades. Ella se encontraba viviendo en el barrio Jiménez de Quesada con sus dos pequeños hijos (de 6 y 8 años) y con el padre de ellos, Iván José de la Rosa, con quien llevaba aproximadamente 12 años de relación.
Hace tan solo 15 días había empezado a trabajar en el local de utensilios para el hogar en el centro comercial Santafé.
“A la pareja le habían ofrecido un trabajo como vigilante en Bogotá, ella se fue con él y luego mandaron a buscar los niños. El domingo tuvieron una discusión por un tema de celos. Ese día ella llegó a la casa y encontró toda la ropa cortada con tijeras, él estaba ofuscado, agresivo, y ella corrió a refugiarse a la casa de la vecina que les cuidaba los niños. Ese mismo día llamó al papá y le dijo que viajaran él y la mamá a Bogotá para que le ayudaran con los niños mientras ella trabajaba, porque ella no iba a vivir más con Iván. La mamá viajó hoy (ayer) a Bogotá, pero en vez de ir a cuidar a sus hijos, llegó para reclamar su cuerpo”, dijo Gina, prima hermana de la víctima.
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Lastimosamente el que Steffany empezara a trabajar le molestó a su pareja, quien empezó a tener comportamientos agresivos que la llevaron a ella a querer el divorcio.
Una allegada de la víctima le relató a Q’HUBO la pesadilla que padeció la joven antes de ser asesinada a manos de Iván.
“Empezaron las peleas cuando ella inició su trabajo, él quería como mantenerla en la casa, como quien dice él era quien mandaba. Un día ella llegó como a la medianoche, porque estaba lloviendo y había trancón, y preciso se le descargó el celular. Ahí empezaron las peleas, porque él empezó a celarla, que dónde estaba, con quién estaba, y ella le mostró el celular. Al día siguiente ella llegó tarde otra vez, pero era por lo lejos que le quedaba el trabajo de la casa”, señaló la amiga.
Los últimos días el comportamiento de este hombre obligó a Steffany a quedarse fuera de su casa, por el temor que le generaba lo que este sujeto le pudiera hacer.
“Dos noches llegó a golpearme a la puerta porque el sujeto le iba a hacer algo. Ella estaba en mi casa el domingo y el tipo seguía molestando, entonces mi hijo le dijo que respetara, que no le iba a permitir que le pegara a ella, así que él le picó la ropa. Yo le dije a Stefanny que pusiera la denuncia, pero él la llamó el lunes y le dijo que iba a cambiar, yo le dije a ella que no se confiera, que yo lo veía con furia. Cómo será que hasta le sacó la nevera y se la vendió”, agregó.
Pero eso no fue todo: “el martes ella se quedó donde una compañera de trabajo, y él la llamó de madrugada, entonces a la amiga le tocó contestarle el teléfono para que respetara, y él le dijo que le iba a llevar a los niños al trabajo. Stefanny le respondió que iba a poner una denuncia si eso pasaba. Yo a veces escuchaba que les pegaba a los pelados, los regañaba muy fuerte. Yo dos veces llamé a la Policía, pero le dijeron que ella llevaba las de perder, porque el sujeto les decía cosas que no eran y a ella le daba miedo hablar”.
Pese a que la barranquillera estaba viviendo un verdadero infierno, les decía a sus allegados que no quería demandar a su esposo, pues “no lo quería perjudicar en el trabajo”.
Atroz feminicidio
Este miércoles, sobre las 5 de la tarde, De la Rosa llegó a buscar a Steffany a su lugar de trabajo y, según dicen, inició una fuerte discusión donde terminó propinándole varias heridas con un arma blanca.
Ante la grave situación, las personas que se percataron del hecho empezaron a lanzarle cosas, intentando acabar con la pelea. Posteriormente, este sujeto se autolesionó intentando acabar con su vida, pero lo detuvieron hasta que los uniformados llegaron y lo trasladaron hasta el Hospital Simón Bolívar, donde ya está fuera de peligro.
Por su parte, Stefanny agonizó en el sitio debido a la profunda puñalada que recibió en su cuello.
La voz de una experta
De acuerdo con Edith Moncaleano, psicóloga clínica y fundadora de Mujeres al Original (Mujeresaloriginal.org), entre los comportamientos de las personas que han llegado a cometer estos delitos se puede identificar que empiezan a querer controlar a la otra persona.
“Estas personas empiezan a involucrarse en todo, en sus amistades, su familia, el trabajo, el tiempo en el celular, las redes sociales. Es una persona que empieza a hacer un seguimiento en todo y hasta confronta de manera agresiva por cualquier situación”, detalló Moncaleano.
En segundo lugar, este tipo de hombres aíslan a la mujer y les controlar todos sus grupos sociales, no deja que esta persona tenga espacios individuales, y llega al punto de prohibir.
El otro elemento importante es que el hombre no reconoce sus errores y no se responsabiliza de lo que él hace sino que responsabiliza a la víctima, quien empieza a generar una dependencia emocional hacia el victimario.
“Cuando una persona te pega, te empuja, rompe algo, te está mostrando que hay algo que no está bien. Puede empezar con un pellizco, esa agresión física va acompañada normalmente de una agresión verbal, psicológica y emocional”, agregó la profesional.
Cuenta Moncaleno que estas personas en sus rasgos de personalidad no tienen empatía, no se ponen en el lugar del otro, no les importa lo que puedan llegar a sentir sus hijos, padres, etc; además de esto, pueden ser personas que sufrieron algún tipo de abuso en la infancia, y aprendieron también un patrón de comportamiento machista, por lo que normalizan la violencia.
“Son personas que tienen baja capacidad para el manejo de la ira, que es una emoción sana y aparece para poner límites, pero estas personas no pueden salir de ella, son personas normalmente estresadas, con bajo control del estrés de sus impulsos y tienen poca capacidad de reflexión sobre sus conductas. Ellos también presentan una celotipia”, puntualizó la experta.
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