Una desolada, pero tranquila y pacífica calle del barrio San José, en Bosa, fue el escenario de un trágico suceso el pasado viernes por la noche.
Un joven de nacionalidad venezolana, cuya identidad aún no ha sido confirmada, falleció tras recibir varios disparos propinados por un hombre que, según las primeras versiones, lo habría estado siguiendo por las estrechas y empedradas calles de esta zona del sur de Bogotá.
El crimen ocurrió a las 11:23 p. m., en la calle 85A sur con carrera 80M. De acuerdo con los testimonios de los vecinos, el joven fue alcanzado por un sujeto que, al parecer, llegó al lugar en compañía de otros individuos a bordo de un vehículo particular. Este hombre, sin mediar palabra, le disparó a quemarropa, acabando con su vida en el acto.
Asesinado a traición
“El señor al que mataron nunca se había visto por aquí. Eso fue muy raro porque a esa hora la cuadra estaba calmada y silenciosa. De repente, uno de los perros comenzó a ladrar, pero nadie le prestó atención. No pasaron ni tres minutos cuando se escucharon como tres disparos. Luego, las alarmas del barrio empezaron a sonar y nos dimos cuenta de que algo grave había pasado. Nadie escuchó al hombre pedir ayuda ni a los responsables gritar; todo fue muy raro y aterrador. Por eso nadie quería salir de sus casas”, relató un residente de la zona a Q’HUBO.
Según algunos testigos, el joven asesinado parecía estar siendo seguido desde varias cuadras antes por un grupo de sujetos en un carro particular. Los delincuentes aprovecharon que la víctima ingresó a una calle poco transitada para emboscarlo. Uno de los hombres le disparó dos veces en la parte trasera de la cabeza, en lo que fue un ataque frío y calculado.
“Apenas sonaron los tiros, y antes de que se activaran las alarmas, dicen que al sur del callejón donde ocurrió todo, se escuchó un carro saliendo a toda velocidad. Nadie se asomó a mirar porque en este sector no suelen pasar cosas así. Cuando la gente se atrevió a salir, vieron que el pobre tipo tenía la cara vuelta nada. No parece que lo hayan matado por robarlo, porque tenía un reloj grande y sus pertenencias intactas”, contó otra fuente anónima.
El hombre murió instantáneamente en el lugar de los hechos. Minutos después, varios agentes de la Policía llegaron al sitio, alertados por las llamadas de los vecinos, quienes estaban perplejos y atemorizados por este crimen silencioso, cuyos motivos aún se desconocen.
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