Fin de semana violento en el municipio de Soacha. La tarde de este domingo, en la parte alta del sector de Casa Loma, al parecer en medio de una riña suscitada por hechos de intolerancia, un hombre de 35 años falleció luego de recibir varios disparos propinados por un sujeto que llegó hasta donde la víctima departía con otras personas.
El atacante huyó, mientras que el hombre agredido fue trasladado de urgencia a un centro asistencial en la localidad de Bosa en el que falleció al poco tiempo de ser ingresado.
Los hechos…
De acuerdo con las autoridades municipales, José Albeiro Gómez Muñoz se encontraba en un establecimiento abierto al público ubicado en inmediaciones de la Carrera 16 Este con Calle 60B departiendo con varias personas que allí se encontraban a propósito de la final del Mundial entre Argentina y Francia.
Cerca de las cinco de la tarde, un hombre llegó hasta el local donde Gómez Muñoz se encontraba y fue entonces cuando se desato la barbarie. Una vez el agresor identificó a su víctima se acercó sigilosamente mientras alistaba el arma homicida que llevaba consigo e irrumpió violentamente en medio de la reunión.
Tras un fugaz cruce de palabras, el asesino procedió: el eco de varios disparos (según testigos, al menos tres) se extendió por las escarpadas calles del barrio, en tanto las demás personas que quedaron atrapadas allí buscaban refugio en medio de la escena del crimen.
Una vez accionó el gatillo, el sicario huyó impune por donde llegó mientras varios testigos se abalanzaban sobre el herido intentando prestarle los primeros auxilios, a la vez que otros atónitos espectadores de la violenta escena daban aviso a las autoridades.
Traslado y deceso…
En medio de la angustia y tras eternos minutos de infructuosa espera por una ambulancia o una patrulla, José Albeiro fue trasladado en un vehículo particular hasta el Cami de la localidad de Bosa a donde ingresó de urgencia luego de recibir dos mortales disparos.
Minutos después el equipo médico confirmó el deceso; las heridas recibidas en la cabeza y en el hombro lo hicieron entrar al hoy occiso en un estado crítico del cual no pudo recuperarse.
Las razones que impulsaron al gatillero a disparar aún no han sido esclarecidas por las autoridades, dado que en el sitio del ataque la ley que impera es la del silencio y las personas que atestiguaron los hechos tienen miedo de darle su versión, bien sea a las autoridades o a medios de comunicación en general.
Una de las hipótesis del hecho tiene que ver con viejos enfrentamientos que el hoy occiso tenía y que lo persiguieron hasta la fecha de su muerte.
Los investigadores que tomaron el caso se encuentran revisando en minucia las cámaras de seguridad de la zona y de sectores aledaños para establecer la identidad del atacante y la ruta de escape que tomó una vez disparó a quemarropa.
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