Nadie tiene ganas de hablar en el barrio La Reforma (localidad de Usme) sobre el homicidio que se presentó en la noche del pasado sábado 28 de enero, y que podría catalogarse como un acto de justicia por mano propia impuesta por dos ciudadanos del sector, quienes, por evitar un atraco, terminaron acabando con la vida de un hombre, de quien las autoridades no confirmaron la identidad.
Los hechos
Según lo que pudo establecer Q’HUBO, los hechos ocurrieron justo en un paradero de bus ubicado cerca a la Carrera 6D Este con Calle 90 Sur y, como dijo uno de los pocos vecinos del sector que se atrevió a hablar, “la zona siempre es pesadita ya entrada la noche”, y justo después de la 11:00 p.m. del sábado, una mujer que se encontraba esperando su transporte, fue increpada por un sujeto que pretendía hurtarla.
Sin embargo, el pillo no corrió con mucha suerte debido a que en el momento que se encontraba cometiendo el hurto por la vía del barrio que se encuentra ubicado por el sector de Alfonso López, dos hombres que iban pasando por la zona se percataron de los hechos.
De inmediato, y tras escuchar los forcejeos, los dos sujetos acudieron en ayuda de la mujer.
Lo que ninguno de los presentes esperaba era de lo que podían ser capaces, pues no solo frustraron el hurto, sino que también le propinaron varias heridas al presunto ladrón, quien quedó tendido en el piso luego de que los agresores y la mujer a la que iba a robar se perdieran del sitio.
No era la forma…
Las autoridades repudiaron este hecho en el cual, lo usual hubiera sido atrapar al hombre y entregarlo a las unidades del CAI Nuevo Porvenir -que es el que tiene asignado este cuadrante- o esperar la llegada de los patrulleros al lugar para aprehender al pillo.
Sin embargo, nada de esto fue así, y se hizo un llamado a la ciudadanía para que no se tomen acciones por manos propia, debido a que hay conductos que se pueden seguir y con los cuales los delincuentes pueden responder y pagar ante la ley.
Por el momento en la cuadra pareciera como si no hubiera pasado nada, pues el miedo a las represalias por hablar, sumado a la inseguridad que se vive en la zona, son la mezcla perfecta de un coctel que se puede salir de control.
Por el momento el caso sigue bajo investigación de los peritos judiciales, quienes mediante la verificación de cámaras de seguridad en la zona esperan confirmar las identidades de los dos hombres que terminaron con la vida del pillo para que respondan por el crimen.
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