El victimario quería hacer pasar el hecho por suicidio. Aquí los detalles.
Jennifer Dayanna Diosa Torres, una joven de tan solo 21 años que vivía en un segundo piso de una vivienda del barrio San Joaquín (Ciudad Bolívar), fue asesinada por su pareja en la mañana del sábado.
Este cruento y aterrador hecho ocurrió al interior de la vivienda que la pareja compartía desde hace un poco más de un año, ubicada en la calle 80 sur con carrera 16T, cuando la mujer estaba junto a su victimario y un amigo.
“Lo que me contaron es que la niña estaba dentro del apartamento donde vivían y ese tipo empezó a pelear con Jennifer, no se sabe por qué. Lo que se supo es que ese tipo disparó dos veces, pero cuando salió del apartamento con mi sobrina, ella tenía una herida entre la clavícula y el cuello. Dicen que ese balazo le atravesó la vena aorta”, comentó a Q’HUBO Yudy Lisbeth Aldana, tía de la joven víctima de este feminicidio.
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Cerca de las 10 de la noche, cuando se presentó el ataque, el hombre empezó a maquinar un plan para hacer pasar este hecho como si se tratara de un suicidio. “Lo que nos contaron es que ese tipo llevó a mi sobrina al hospital de Meissen, al parecer en una patrulla de la Policía. Desde el momento en que llegaron los agentes, ese tipo manifestó que mi sobrina se había intentado quitar la vida, pero en ese momento los policías empezaron a averiguar y al parecer el tipo empezó a contradecirse”, agregó la tía de Jennifer.
En medio del procedimiento médico, los agentes que atendieron el hecho descubrieron que la herida que tenía la joven había sido provocada por un arma que su pareja tenía en la vivienda. Justo momentos antes de que esta joven perdiera la vida, pudieron constatar que el artífice de este crimen había sido su pareja.
“Cuando se dieron cuenta de que ese tipo mató a mi chinita, lo llevaron hasta la casa donde se presentaron los hechos. En ese instante, cuando iban a entrar a la casa, el asesino intentó escapar con las esposas puestas”, informó Yudy.
El asesino, sin ningún remordimiento, intentó meterse entre los recovecos de la montaña que queda detrás del lugar donde había matado a su mujer horas antes. “El tipo corría desesperado, con ganas de escapar, pero los policías fueron más hábiles que ese desgraciado y lo capturaron cuando se estaba escondiendo en una casa de invasión. Luego lo llevaron detenido a la estación de Sierra Morena, mientras agentes del CTI hacían la inspección del cadáver”, relató una vecina del barrio donde ocurrió este infame crimen.
Clamor de la familia de Jennifer
“Jennifer siempre fue una niña muy juiciosa. Había terminado sus materias el viernes, un día antes de que la mataran. Ella estudiaba Instrumentación Quirúrgica con beca y estaba haciendo unos papeles para irse a estudiar a Alemania. También trabajaba en lo que estudiaba. No se merecía que le pasara esto. Solo esperamos que este caso lo juzguen como lo que es: un feminicidio, y que el tipo pague por lo que hizo. Ojalá no haya ningún tipo de rebajas de penas, porque un tipo que hace esto una vez lo puede volver a hacer. La verdad, esperamos que ese señor recapacite, porque por su ira y su mal amor causó una tragedia y acabó con una familia que hoy llora a Jennifer”, concluyó la tía de la joven fallecida.
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