La soleada mañana del sábado, en el sector del Barreno del barrio Villa Esperanza de Soacha (Cundinamarca), se vio opacada por el misterioso hallazgo del cuerpo sin vida de un joven en una de las zonas boscosas de esta alejada zona de invasión.

Cerca de la calle 48B con carrera 30 Este, en la comuna de San Mateo, se encontró el cuerpo del joven, el cual no pudo ser identificado, alrededor de las 10:00 a.m. en una de las zonas de difícil acceso del sector, entre la montaña que limita con la comuna de Cazucá.

Misterioso crimen

“Dicen por acá que el viernes a las 11:00 p.m., se escucharon unos disparos cerca del parque, que venían de muy cerca de la ladera de la montaña, pero la verdad nadie se asomó a ver porque este barrio es un poco peligroso a esa hora y peor esa noche que estaba muy solo, no se veía ni un alma por estas calles. Yo no escuché nada y eso que estaba callado, pero lo que dicen es que los disparos venían de donde encontraron al muchacho la mañana siguiente”, le relató una fuente a Q’HUBO.

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En uno de los potreros más alejados del barrio, en una de las calles destapadas e improvisadas, se encontró el cuerpo de la víctima, el cual presentaba un disparo de arma de fuego en la cabeza.
El joven, de aproximadamente 25 años, fue hallado al parecer por uno de los habitantes del sector once horas después de que los vecinos escucharan los disparos.

“Lo que cuentan es que un señor había salido a comprar algo en el barrio de al lado, en la parte alta de la montaña, y cuando se asomó a ver hacia este barrio, vio el cuerpo del muchacho tirado en medio del monte, acostado de lado. A varios les preguntaron si lo reconocían, mientras llegaba la Policía a levantar el cuerpo, pero nadie sabía nada del fallecido. Se supo que el muchacho era bien flaco, llevaba un pantalón de sudadera rojo, unos tenis y una gorra negra, y tenía un saco gris y un bolso. Eso sí, la Policía se demoró en llegar porque por acá la gente siempre se pierde para llegar a este lugar”, comentó un vecino del sector.

Hasta el momento se desconocen los móviles del homicidio del joven, que pereció al parecer segundos después del ataque debido a la gravedad de la herida.

No se encuentran cámaras de seguridad ni testigos que hayan presenciado el hecho, por lo que no se tienen pistas de los autores del crimen, quienes al parecer escaparon hacia la parte alta de la comuna cuatro (Cazucá), amparados en la oscuridad de la noche.

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“Ojalá por acá nos ayudaran más con la presencia de la Policía porque, aparte de que las vías están vueltas nada y los agentes que vienen por acá no pueden entrar a todos los recovecos que hay, hace falta que manden más porque estas invasiones son muy grandes y peligrosas”, comentó un comerciante de la zona.

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