Q’HUBO habló con un abogado penalista sobre el proceso judicial que debe enfrentar este menor de 14 años por haber asesinado a sus dos familiares.
En las últimas horas, un menor de 14 años aceptó el asesinato de su papá y su hermanita, de 7 años, y haber atacado con arma blanca a su mamá dentro de una vivienda, en la localidad de Suba, la noche del pasado 29 de julio.
Los cuerpos de padre e hija fueron hallados sin vida cada uno en una habitación, mientras que la madre tuvo que ser trasladada a un centro asistencial debido a las heridas que presentaba. Por ahora, se conoce que la mujer de 37 años permanece hospitalizada y está recibiendo ayuda psicológica.
En la audiencia que se le realizó en las últimas horas al adolescente por estos hechos, se le imputó el delito de homicidio agravado y un juez de garantías para adolescentes le impuso medida de internamiento preventivo y será recluido en el centro especializado CIPLA.
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Proceso judicial que se le avecina
Q’HUBO habló con el penalista Francisco Bernate sobre el proceso judicial que debe enfrentar este menor de 14 años por haber asesinado a sus dos familiares. “Los menores de edad eventualmente sí pueden ser sancionados con penas privativas de la libertad. Lo que sucede es que en ningún caso esas penas pueden prolongarse más allá del momento en que el menor cumpla 23 años. La Ley de Infancia y Adolescencia establece un principio básico en el que el menor infractor, o sea, el delincuente por llamarlo de alguna forma, pues realmente es una víctima, no un victimario, y la necesidad radica en darle una segunda oportunidad a esos menores infractores, por eso este menor va a quedar libre cuando cumpla 23 años de edad”, explicó Bernate, y aclaró que si el delito lo hubiera cometido alguien menor de 14 años, entonces sería dejado en libertad de inmediato.
Lo que dice la psicóloga
La psicóloga clínica Edith Moncaleano Moor, especialista en intervención de familia, habló con Q’HUBO sobre el caso de esta familia y lo que pudo desatar semejante tragedia. “Hay un contexto familiar en el que evidentemente no hay una claridad en los roles. Si el papá no estaba, pues en muchos momentos la mamá era la que asumía, ahí se ve claramente que puede haber una permisividad hacia que su hijo rompiera los límites, o sea, muy seguramente ya el chico había hecho otras cosas al interior de la familia, por ejemplo, ya había agredido a la hermana de otra forma. Lo que yo puedo ver es que la mamá desde antes invisibilizaba la violencia del hijo, muy seguramente él ya había tenido algunos comentarios, ideas, pero pues eso se deja pasar”, resaltó la experta.
Además, envió algunas recomendaciones para que los padres estén atentos y enciendan las alarmas a tiempo con respecto al comportamiento de sus hijos:
- Ninguna violencia sucede de un día para otro, por eso hay que encender las alarmas frente a una actitud violenta de un hijo, un comentario agresivo o fuera de contexto que haga referencia a hacerle daño al otro, hay que prestarle atención.
- Hacer constante retroalimentación de ellos.
- Estar pendiente de las redes sociales de los hijos y poner límites.
- No comparar a los hijos entre ellos y generar resentimientos o sentimientos de envidia entre los hermanos.
- Establecer límites en la familia y tener definidos los roles.
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