Al sicario de Richard Andrés Zuleta no le bastó con dispararle una vez en la cabeza, sino que apenas vio que el cuerpo del joven cayó desplomado boca arriba se le acercó nuevamente. El asesino, con sevicia y mirándolo a los ojos, volvió apretar el gatillo al mismo tiempo que le apuntaba en el rostro, propinándole un tiro más en un pómulo y así asegurando su muerte.
El alboroto de los comerciantes informales y varios bicitaxistas que estaban a pocos metros de la víctima hizo que la noticia corriera rápidamente por las calles del barrio Dindalito (en Kennedy), tanto así que a los pocos minutos de registrados los hechos, el día de ayer, una patrulla de la policía llegó.
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Cuando los policías llegaron, el muchacho estaba vivo todavía. Intentaba botar la sangre por la boca al mismo tiempo que respiraba, pues no quería morir. De una los uniformados lo subieron a la patrulla y se lo llevaron al hospital. Nosotros nos quedamos orando y pensando en que ojalá se salvara”, le dijo ayer a Q’HUBO una vendedora informal de la zona.
Tres horas después de que Richard Andrés, quien manejaba bicitaxi, ingresara a la Clínica de Occidente su corazón se detuvo para siempre en el momento en que los médicos le realizaban una cirugía para salvarle la vida.
Sicariato en el andén.
Los conocidos de Zuleta todavía no salen del asombro tras haber sido testigos del atroz ataque sicarial del que fue víctima el joven de 26 años. Ellos aseguraron que él no había tenido problemas con nadie ni tenía enemigos, por lo que no se descarta que se haya tratado de una confusión.
No obstante, serán las autoridades quienes esclarezcan los móviles de este hecho, pues hasta el cierre de esta edición se manejaba la hipótesis de un presunto ajuste de cuentas.
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Los hechos
Era el mediodía de ayer a la altura de la Calle 41 Sur con Carrera 92A, cuando el bicitaxista se encontraba arreglando la cadena de su triciclo que le estaba fallando. Dicen que había llegado al taller hacía menos de 20 minutos, por lo que no se descarta que alguien le haya dicho a su sicario su ubicación para que llegara a dispararle.
El muchacho estaba agachado, llegó un tipo solo a pie y sin decirle nada le disparó dos veces. Los tiros fueron seguidos y cuando volteé a ver lo único que vi fue que el hombre tenía un arma en la mano y salía caminando campante guardándola, como si fuera cualquier objeto y no hubiera cometido un crimen. Me eché la bendición y llamé a la policía, pero cuando llegaron ya no había ni rastro del homicida”, manifestó una mujer en el lugar de los hechos.
Q’HUBO pudo conocer por parte de las autoridades que ya tienen un sospechoso del crimen en la mira porque quedó registrado en las cámaras de seguridad, sin embargo no ha sido capturado.
Constantes homicidios de bicitaxistas
Los crímenes contra bicitaxistas se han convertido en el pan de cada día en la localidad de Kennedy, lo que da cuenta de la tremenda disputa que hay entre ellos, pues se están matando unos a otros. Aunque hasta el momento se desconoce si se trata de una guerra entre bandas de microtráfico que se dedican también a trabajar en bicitaxis, lo cierto es que entre mayo y septiembre se han registrado ocho homicidios. El 29 de mayo un joven de 23 años fue baleado cuando estaba parqueado en su bicitaxi en el María Paz.
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El 4 de agosto dos venezolanos que iban en un triciclo de estos también fueron asesinados por dos sicarios que iban a pie y los estaban siguiendo. Tres semanas después, la noche del 27 de agosto, otro conductor informal fue ultimado a bala. En septiembre, con el crimen perpetrado la tarde de ayer, se han presentado cuatro homicidios en Kennedy de bicitaxistas: el 6, 16 y 23 de septiembre.
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