En un coma inducido, sobre una camilla de una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Kennedy, se encuentra Luis Fernando Triviño, de 49 años, al borde del fin. Con todas sus fuerzas este luchador trata de superar los traumas ocasionados por tres disparos que le atravesaron el abdomen la madrugada del pasado miércoles.
Disparos que fueron accionados por un delincuente sin piedad en medio del hurto de la bicicleta de Luis. Y por desgracia en la arremetida, al suegro de este hombre, de 69 años, también lo impactó un proyectil de bala. La noche antes de este terrible hurto, Luis celebró sus 49 años con su familia (fotos). Ahora no saben si podrán celebrar uno más.
De manera repentina esta familia habitante del barrio California se vio envuelta en una tragedia gracias a la imparable delincuencia que no deja en paz a la gente humilde. Las horas pasan y las luchas son dos: una porque Luis salga vivo de este martirio, y la otra porque la justicia actúe con celeridad para que por lo menos haya justicia en medio del sufrimiento de la familia Triviño.
Atraco de madrugada…
“Pegado al timbre”, es como la familia de Luis recuerda que empezó el episodio violento frente a la casa ubicada sobre la Diagonal 37D Sur con Carrera 73B. “Mi cuñado salía a trabajar como todos los días a las 5:20 a.m. Él alcanzó a ver cómo un sujeto andaba sospechoso con una cicla y decidió volverse y pegarse al timbre. En ese momento el sujeto se le acerca y ahí parece que Luis le va a dar la cicla, pero el tipo iba a sacar algo y mi cuñado empieza a forcejear con este sujeto”, narró ayer a Q’HUBO Karen Canro, cuñada de Luis.
Luis trabaja en la Universidad Javeriana como operario de máquinas ventiladores. Lleva años en esta labor y todos los días hace sus trayectos en su bicicleta; sin embargo, no era la primera vez que intentaban hurtarlo, “hace dos meses un tipo casi lo roba y por eso es que ayer (miércoles) él se devolvió a timbrar”, añade su cuñada.
Y después de que iniciara el forcejeo entre Luis y el ladrón, se asomó a la puerta otra cuñada de Luis, quien al ver el forcejeo intentó mediar. Pero el ladrón era escurridizo y en momentos confusos sacó un arma de fuego.
“Mi hermana empieza a gritar y más familia empieza a salir, entre ellos mi papá (Justo Canro) quien recibe un impacto apenas sale de la casa. Después frente a la puerta es que el tipo le pega tres tiros a mi cuñado”, añade la mujer recordando los angustiosos minutos del robo.
Enseguida Luis se paró y su suegro, Justo, agarró un garrote tratando de perseguir al bandido, pero este empuñando el arma toma la cicla de Luis y se va huyendo dejando una lamentable escena de dolor. En apariencia Luis no se le veía mal, su cuñada dice que “él caminó, esperó porque un vecino se llevó de primeras a mi papá a la clínica Medical. Más tarde vino la patrulla por fin, y se llevó a mi cuñado al Hospital de Kennedy”.
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Triviño recibió tres disparos. Uno quedó alojado en su cuerpo y los otros dos salieron. Los pronósticos son reservados. “Perdió el vaso, le sacaron una parte del intestino, tiene comprometido el páncreas y le tienen que hacer dos cirugías más. Sabemos que no lo han cerrado y tiene los órganos empaquetados. Nos dijeron que las siguientes 48 horas son cruciales”, cuenta Karen desconsolada.
La familia quedó aburrida con la atención de la policía. Comentan que “en ese momento nos decían que todo había sido con arma traumática y que no era nada grave. Pero después que denunciamos en medios y salió a todo la luz, fue que nos contactaron de la Sijín para investigar el caso, esperamos que haya justicia y atrapen a este tipo, Luis tiene dos hijas, una de 13 años que lo espera en la casa”, cerró la mujer.
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