Ni siquiera la arena que regaron sobre el andén de una calle del sector de San Jorge Sur (Rafael Uribe), la cual cubría la sangre que quedó derramada sobre el pavimento, hizo que los habitantes de la zona olvidaran tan rápido el crimen que se presentó en horas de la noche del pasado martes.
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Antes de que los mismos vecinos intentaran ocultar el lago hemático, dos sicarios en moto le dispararon sin piedad a Nelson Camacho Corredor y a un conocido suyo, de nacionalidad venezolana, que fue identificado como Agustín Báez. Ambos no corrieron con la misma suerte, pues el primero murió tras el ataque sicarial, mientras que el segundo permanece hospitalizado.
Aunque los hechos alrededor de este homicidio aún no son claros para las autoridades ni para los dolientes, todo parece indicar que se trató de un presunto ajuste de cuentas, debido a que ambas víctimas fueron baleadas desprevenidas en la esquina.
“El crimen estaba premeditado, porque a esos manes les dispararon con silenciador. Dos manes iban en una moto y los abordaron preciso cuando estaban hablando en esa esquina. Nos dimos cuenta de que algo había ocurrido fue cuando empezaron a llegar las patrullas de la Policía y acordonaron la cuadra”, le manifestó a Q’HUBO un residente de la zona.
Hasta el momento los sicarios no han sido capturados por las autoridades, como tampoco se conoce su paradero ni sus identidades, pues los habitantes del barrio afirman no haber sido testigos de este sangriento hecho.
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Ataque sicarial
A las 7 en punto de la noche de este martes, en medio de la oscuridad y el silencio que se percibía en la transversal 14 con calle 42 Sur, las dos víctimas llegaron hasta este lugar, con el fin de cumplir una cita que les habían puesto.
Dicen que todo se trató de una trampa para que ambos se parquearan en ese lugar, y así facilitarles el ataque a los gatilleros que contrataron para arrebatarles la vida.
Todavía no está claro si Nelson y Agustín (este último resultó herido) habían recibido algún tipo de amenaza o tenían enemigos por el barrio, lo cierto es que los sicarios les dispararon para matarlos.
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Nelson, quien tenía 50 años, recibió dos disparos: uno en la cabeza y otro en el abdomen. Por su parte Agustín fue impactado en un brazo y en la parte derecha del abdomen.
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“Cuando nos enteramos de que les habían disparado a dos personas, llamamos a la Policía, porque ambos estaban tendidos en el andén, uno estaba consciente y el otro sí se veía muy mal, hasta que finalmente murió ahí”, agregó un testigo del hecho.
La comunidad del barrio prefiere guardar silencio, pues temen que los sicarios lleguen en busca de las personas que relataron detalles del ataque a bala.
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