La tristeza y el silencio rondan por las calles del barrio Rincón de Bolonia (Usme) tras la muerte de un joven de tan solo 23 años, quien fue asesinado sobre la madrugada del domingo a la entrada de su apartamento.
Dicen que el pelado acababa de llegar con el papá y una mujer a su apartamento, estaban departiendo. Un amigo del vecino lo terminó apuñalando porque estaban haciendo mucha bulla”, expresó consternada una residente de la zona.
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El atroz crimen
Q’HUBO pudo conocer, de manera extraoficial, que Brayan Andrés Tabares regresó a su apartamento, ubicado en el conjunto residencial Rincones de Bolonia 1 (Carrera 10 Este Calle 76 Sur), junto a su padre a eso de las 3 de la madrugada. Primero hicieron una parada en la portería para tomarse un tinto y charlar antes de subir a su apartamento 501, de la torre I, interior 2. Posteriormente, subieron a su apartamento y transcurrida la madrugada, según información recolectada por Q’HUBO Bogotá.com, un vecino que se encontraba con sus amigos en un apartamento de la misma torre, empezó a gritarles por la ventana que dejaran la bulla porque querían dormir.
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Realmente no estaban haciendo mucho ruido, pero el papá y el hijo estaba con sus traguitos encima discutiendo dentro de su apartamento. El vecino había llegado con unos amigos metaleros y estaban como molestos por la discusión entre ellos”, afirmó una mujer del mismo conjunto.
Al no cesar la bulla, a eso de las 7:30 de la mañana uno de los amigos del vecino subió hasta el apartamento de Brayan, enardecido tumbó de una patada el portón y al escuchar el estruendo Brayan salió de su vivienda, pero en cuestión de segundos y, sin siquiera tener con qué defenderse, su agresor se le abalanzó con un cuchillo y se lo clavó en el pecho, a la altura del corazón.
Según dicen, los vigilantes habían presentido que algo malo iba a suceder cuando vieron al desconocido salir como una fiera del apartamento; pero cuando llegaron a calmar la situación, el agresor les pasó por el lado con el cuchillo ensangrentado entre las manos, mientras se escuchaban los gritos de una mujer pidiendo ayuda.
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La pareja de Brayan empezó a gritar porque lo habían matado; mientras que el agresor, junto al vecino y una mujer desconocida, salieron del lugar con el arma y solo le decían a los vigilantes: ‘Allá arriba hay un herido’”, agregó un vecino anónimo.
La muerte…
Mientras el victimario y una mujer (quien sería su novia) emprendían la huida hacia el monte, Brayan fue auxiliado y trasladado en un taxi hasta el Hospital de Meissen, pero infortunadamente -según la comunidad- el joven ya estaba sin signos vitales, por lo que al llegar al centro asistencial ya no había nada qué hacer.
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“En el taxi se fueron dos mujeres, una de ellas era la mujer del pelado y una allegada, pero Brayan ya iba muerto, pues había botado un chorrero de sangre del corazón. El pelado trabajaba en carpintería”, agregó una residente.
Los residentes de la zona dicen que su vecino también es responsable, pues sabía que su amigo había matado a Brayan y no hizo nada por detenerlo. Su relato será clave dentro de la investigación.
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