En el barrio Carvajal, vecinos y familiares adolecen la cruel partida de un joven de 35 años que conocían como ‘El Barbas’. El muchacho vivía desde hace años en una esquina que un residente muy amablemente le concedió, hasta que dos sujetos lo abordaron mientras dormía la madrugada de este miércoles y segaron su vida de manera cobarde y con múltiples puñaladas. Los vecinos aún recuerdan sus ojos claros y su “apariencia de Jesús”.
“Me lo mataron a mansalva. Donde me lo cojan despierto no me lo matan”, repetía ayer una de las tías de ‘El Barbas’ observando el sitio donde fue asesinado. Por más de cinco años, la víctima fue un querido personaje de la Calle 36 Sur con Carrera 68I. Él custodiaba a los vecinos y comerciantes de la cuadra y nunca escondió su determinación por vivir en las calles.
Asesinado mientras dormía en Kennedy…
Una cámara de seguridad captó el momento en el que dos sujetos llegan a cometer el crimen sobre las 3:58 de la mañana. “Los tipos pasaron varias veces a mirar si estaba o no despierto, luego de cerciorarse de que estaba pasmado lo cogieron por detrás”, contó ayer a Q’HUBO un vecino que conocía a ‘El Barbas’.
En los videos se observa la presencia de dos tipos con cachucha. Uno de ellos portaba una chaqueta negra con una característica calavera bordada en la espalda. ‘El Barbas’ se alcanzó a despertar cuando quisieron sorprenderlo. Como el muchacho era grande se paró, pero uno de ellos le propinó varias puñaladas en el pecho mientras el otro lo sostenía; finalmente el joven salió corriendo en dirección al CAI más próximo, aunque se desplomó a mitad de cuadra. Los asesinos se subieron tranquilamente a las ‘bicis’ y desaparecieron de escena.
Sobre las causas que llevaron al asesinato de este muchacho, aún se desconoce si se trató de un retaliación con otros sujetos peligrosos. Sin embargo, la familia de ‘El Barbas’ ya presentía que el su fin sería en medio de las decisiones que tomó en su vida: “siempre me imaginé que mi sobrino moriría peleando”, dijo una de las tías, mientras que la otra tía mencionó que: “pensé que sería por un golpe o que se habría pasado de drogas, pero no así, fue muy cobarde”.
Decisiones de vida…
Su nombre completo era Kevin Hernando Castañeda Gamboa. Su familia vino desde Barranquilla y desde hace muchos años el joven decidió una vida callejera. “Él pasó por todos los centros y salía rehabilitado pero siempre volvía a caer. Hace unos 6 años mi papá murió y eso lo hizo llevar más a la calle hasta que ya él mismo dijo ‘me quiero quedar en la calle’. Fue su decisión”, añadió la tía.
La última persona que lo vio con vida fue una de sus tías. Así narró aquella visita: “Kevin deja un hijo de 14 años que siempre estuvo en constante contacto con nosotros. De hecho la última cosa que Kevin me dijo la tarde anterior antes de morir, fue que iba a pasar por el papelito del número para llamar a su hijo. Al otro día ya nos enteramos que estaba en Medicina Legal”.
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Aunque la familia se negaba a pegar carteles de su entierro terminaron pegándolos en la cuadra, ya que se dieron cuenta que la mayoría de los vecinos lo conocía y le apreciaba. “Era un cansón pero querido. Decía que se iba a llevar a una tendera de por acá y siempre estaba por ahí ayudando vecinos que salían o entraban. Es una lástima”, cerró una de las vecinas.
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