En horas de la madrugada de ayer, dos uniformados patrullaban por toda la calle principal de Vista Hermosa (Ciudad Bolívar), cuando en una de las curvas que suben la loma se toparon con la extraña e impactante imagen de dos hombres tendidos sobre la acera, justo al frente de un vistoso bar del barrio El Capri.
La escena era escandalosa: las luces de la moto iluminaban los cadáveres y alrededor de estos sobresalía un lago de sangre, que seguía saliendo incontenible de los agujeros de bala que tenían los sujetos. Al revisar el estado de salud de los hombres no había duda de que estaban muertos.
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La impresión de este estremecedor hallazgo llevó a los uniformados a llamar refuerzos. Mientras llegaban más oficiales, los patrulleros que hicieron el hallazgo detallaron algo inusual en la frívola escena: había una larga mancha de sangre que provenía de adentro del bar ‘Panorama’, como si de alguna manera alguien hubiese arrastrado los cadáveres hacia afuera y los hubiese abandonado a la intemperie, antes de que los encontraran sobre las 2 de la madrugada. Todos los ojos estaban sobre aquel establecimiento.
Muerte en ‘Panorama’…
Lo primero que atinaron a hacer los policías fue tocar las puertas del bar, ubicado sobre la Transversal 18D con Calle 69 Sur. De allí emergió el dueño, un hombre de 39 años, quien se alarmó al ver los uniformados y los cuerpos tendidos al frente de su negocio. Extrañamente este sujeto no dejó entrar a los uniformados y les cerró la puerta, prácticamente en la cara.
Más unidades llegaron a apoyar la atención de esta emergencia. El CTI ya venía en camino. A las afueras del bar había tensión, todos se preguntaban qué había sucedido en ese establecimiento, el cual funcionaba bajo la figura jurídica de sindicato y en cuyo frente de paredes verdes tiene pintadas unas palmeras y se lee en letras cursivas ‘Bar VIP Panorama. Ambiente Familiar’.
Minutos después de cerrarles las puertas, el dueño del bar volvió a abrirles a los policías. Estos ingresaron inmediatamente para hacer la primera labor de inspección. Lo que notaron fue inquietante y comprometedor para el dueño: el piso estaba lavado, habían marcas secas de sangre por todo lado y un camino a medio limpiar de sangre, que daba cuenta de que sí habían arrastrado los cuerpos sin vida de los dos parroquianos.
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Sobre los fallecidos también ronda el misterio. Ninguno de los dos tenía documentos consigo, por lo que no pudieron ser identificados. Sus edades oscilaban entre 34 y 36 años de edad. Uno de ellos presentaba dos impactos de bala en el pecho, mientras que el otro presentaba un orificio en la espalda. Ambos fueron llevados a Medicina Legal.
Adentro, además del dueño que seguía en silencio y no quería decir qué pasó minutos antes, había otros tres trabajadores, presuntos responsables de limpiar la escena del crimen. Supuestamente el bar debía prevenir el ingreso de armas de fuego, pero eso no sucedió y, al parecer, en medio de una riña voraz, balearon a estos dos jóvenes.
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El CTI sigue investigando lo que ocurrió allí dentro y quién fue el responsable de la matazón. Por ahora, en esta cuadra no habrá más bares, pues han demostrado no acatar las normas de los permisos que inicialmente les otorgó la Alcaldía Local para prevenir más hechos de violencia, en un supuesto ‘Ambiente Familiar’.
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