Micaela, de 34 años, viajó a Colombia en enero junto a sus dos hijos, con la intención de darle una nueva oportunidad al padre de su hija menor.
Micaela Mariel Frette, una ciudadana argentina que residía en el municipio de Supatá (Cundinamarca), a unos 76 kilómetros del noroccidente de Bogotá (aproximadamente 2 horas de la capital), fue hallada sin vida en la mañana del jueves. La mujer había desaparecido bajo extrañas circunstancias el sábado 7 de septiembre.
¿Qué se sabe?
Hay profunda tristeza entre los habitantes del municipio y los familiares de Micaela, quienes no logran entender lo sucedido y esperan que las autoridades investiguen y esclarezcan las circunstancias de su repentino final.
Según se pudo conocer, Micaela, de 34 años, viajó a Colombia en enero junto a sus dos hijos, con la intención de darle una nueva oportunidad al padre de su hija menor, quien le había prometido una vida mejor tanto para ella como para los menores.
“Ella no estaba bien económicamente en Argentina. Tiene un hijo de 16 años, que no es hijo de él; solo la niña de 8 años él la engendró. Se conocían hace unos 10 años. Él se llama Ricardo, aunque le dicen Jimmy. Le prometió que tendrían una mejor relación. Ellos estuvieron juntos en Argentina, pero se separaron porque él la golpeó. Ella se quedó con los niños en su país, y él se regresó a Colombia”, contó una allegada a Micaela.
Relatan que el sueño de Micaela de tener un hogar armonioso y tranquilo no se cumplió, y que fue víctima de maltrato, tanto así que en varias ocasiones expresó su deseo de regresarse a Buenos Aires (Argentina).
“Dicen que él era muy celoso, que le pegaba y que ella quería regresar a Argentina. Pero cuando se reconciliaban, decía que ya no se iría. El sábado contó que había discutido con Ricardo y que estaba incomunicada porque él le había roto el celular”, mencionó una fuente anónima.
Cuentan que el sábado en la mañana, agobiada por la discusión que había tenido con su pareja, Micaela decidió abandonar Colombia y regresar a su país. Llamó a su familia en la mañana para contarles su decisión y dijo que los llamaría de nuevo en la tarde, pero esa segunda comunicación nunca se dio.
“Una amiga fue la última en verla. Dicen que estaban juntas en una celebración de cumpleaños. Su hijo también había asistido, pero de un momento a otro el niño se fue. Supuestamente, Micaela esperó un rato y luego salió a buscarlo. Esto fue alrededor de las 2:30 p. m. y, según una cámara de seguridad, se le ve corriendo cerca de un colegio alrededor de las 3 de la tarde”, relató una allegada.
No se supo nada más de Micaela hasta que la mañana del jueves su cadáver fue encontrado en la quebrada El Muerto, en la vereda Imparal. De acuerdo con el reporte preliminar de las autoridades, el cuerpo no presentaba signos de violencia y las causas de la muerte parecen ser por inmersión.
Por el momento, los allegados a Micaela piden que se adelante una investigación para esclarecer los hechos y descartar la posible participación de terceros en su triste deceso. Además, una persona cercana a la familia manifestó que esperan la pronta entrega del cuerpo de Micaela para trasladarlo a Argentina.
También se espera que su hijo mayor pueda regresar al país gaucho, mientras que aún se desconoce si la niña quedará bajo la custodia de su padre o si, por el contrario, podrá crecer al lado de su hermano en el sur del continente.
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