Atemorizada y entre lágrimas, Camila Pachón, una madre de tan solo 22 años, relató a Q’HUBO los hechos de violencia que desencadenaron el intimidante ataque del cual ella y su familia fueron víctimas por parte de su expareja, la noche del domingo y la madrugada y noche de ayer, en el barrio Olivares de Usme.

Desgarrador relato

“H. Useche fue mi pareja cuando yo tenía 15 años. En esa época yo quedé embarazada de él. Cuando tuve a mi niño, él se desapareció, nunca lo registró ni nada. Ya cuando mi niño tenía un año, él apareció y ya venía con estas cosas. Cuando me veía con el niño, me insultaba. Yo vivo cerca de donde él vive, y cuando nos veía a mí y a mi hijo, hasta nos tiraba latas”, relató la joven a Q’HUBO.

Camila relata que, además de las intimidaciones y agresiones psicológicas y físicas de las que era víctima, este hombre también amedrentaba de la misma manera a los familiares y conocidos de la joven, hasta que ella tomó la decisión de marcharse de la casa que por muchos años llamó su hogar.

“Nunca hice nada, nunca actué. La verdad, mi solución fue huir. Pero el domingo, donde vivía, hicieron un almuerzo y yo fui con mi niño y mi pareja. Desde las 9:00 p.m., él llegó con un arma de fuego y piedras. Primero, ese tipo hizo unos disparos al aire y luego empezó a romper los vidrios. Decía que me iba a matar a mí y a mi hijo, y que yo tenía que salir de donde estaba algún día. Luego de eso, llegó toda la familia de ese tipo”, comentó la joven madre.

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Como relata Camila, al parecer varios policías estaban cerca y llegaron al sector cuando la familia del agresor empezó a romper los vidrios de la vivienda donde ella se encontraba junto a su pequeño hijo de 6 años y otro menor. Pero su sorpresa fue mayor al ver la actitud con la que llegaron los oficiales para ingresar a la vivienda.

“Cuando llegó la Policía, les abrimos porque nos sentimos seguros y porque los Policías también nos patearon la puerta. Pero los agentes entraron a la casa y nos llevaron detenidos: a mí, a mi pareja, a dos tíos y a dos primos. En ese momento, la hermana de mi ex y la mamá me agredieron delante de ellos y luego nos llevaron a la estación de Monte Blanco”, agregó Camila.

Al estar en la calle, la joven agredida vio cómo varios amigos y familiares del agresor los trataban mal, mientras ellos no entendían qué pasaba en ese instante.

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“Los Policías no nos decían nada, solo nos apuntaban con un Taser. A la hora de arrestarnos y al llegar a la estación, nos soltaron aparentemente sin ninguna justificación de por qué nos habían llevado e incluso nos pidieron nuestros documentos. Al salir, mi familia me llamó y me dijeron que este tipo volvió a la 1:20 a.m. del lunes y empezó a romper otra vez los vidrios. Llamamos a la Policía y no nos ayudaron, y eso que fui corriendo y llorando porque pensé que le iba a pasar algo a mis familiares. Resulta que un primo de 15 años terminó herido con una piedra en la casa. Ya a las 9:00 a.m., me llamaron y me dijeron que sabían dónde estaba y que me iban a matar. Yo solo espero que me dejen tranquila. Yo ni demandé a ese señor ni quiero nada de él. La verdad, tengo mucho miedo por mí y por mi hijo. Ya llamé para poner la denuncia y me contactaron de la Secretaría de la Mujer, porque en serio tengo mucho miedo hasta para salir de la casa”, concluyó la víctima de estas agresiones.

*Nombre cambiado por petición de la víctima.

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