En la plaza de Paloquemao ayer extrañaron la llegada puntual del yerbatero Julio César Rodríguez, querido hombre de 54 años. Julio no madrugó a comprar las yerbas con las que surtía su famosa tienda de medicina artesanal ubicada en el corazón del barrio conocido como Corkidi en Puente Aranda.
En su lugar, un bálsamo de tristeza y dolor se sentía por los alrededores de los lugares que frecuentaba Julio. Un hermano suyo lo encontró sin vida la tarde de este martes en el tercer piso de su vivienda con graves y extensos signos de violencia. Todo indica que Julio fue asesinado en medio del hurto de su casa.
Al parecer el crimen sucedió cuando el señor ingresó a su vivienda con una persona desconocida, quien se aprovechó de su confianza y acabó perpetrando este horrible asesinato. Ahora los asesinos son buscados por todos los medios policiacos para que respondan ante la ley por tan terrible crimen.
Dolorosos detalles del crimen del yerbatero…
Materia de investigación y de misterio, así son las últimas horas de vida de don Julio. El hallazgo se dio gracias a la extrañeza que se originó entre los familiares del comerciante, al ver que no llegaba a abrir la tienda ubicada exactamente sobre la Calle 2B con Carrera 40.
“Uno de sus hermanos siempre venía con él y como que uno de ellos se fue a buscarlo porque no abría la tienda”, narró ayer a Q’HUBO un comerciante que conocía a don Julio.
Le puede interesar: Encuentran otro cuerpo en el río Bogotá
Eso sucedió sobre las 9 de la mañana. Posteriormente, un hermano de Julio se fue hacia la Calle 2F con Carrera 38C, en dirección a la vivienda de su familiar. Al llegar hubo que romper los vidrios del frente de la puerta. Adentro la imagen encontrada fue desoladora: Julio César estaba sobre la cama de su habitación amarrado de pies y manos y en posición fetal. Tenía aún signos vitales. Él fue trasladado a la Clínica Santa Clara donde finalmente confirmaron su fallecimiento; las causas son aún investigadas ya que pudo haber muerto por asfixia. Según la policía su muerte fue consecuencia de un intento de hurto.
El poco registro audiovisual que se conoce da cuenta de que en las últimas horas de la noche del lunes, el hombre estuvo, en la entrada de la tienda, con una mujer, quien al parecer sería trabajadora sexual de la localidad de Santa Fe. Posteriormente, se le ve caminando en dirección a su casa. De resto, solo se sabe que habrían más personas implicadas en su asesinato. Sujetos que ya están siendo buscados.
Una vida de esfuerzos…
Por los lados donde Julio tenía su tienda con sus hermanos, los comerciantes no pueden creer que esto le haya sucedido. Recuerdan ellos que “a él lo conocemos desde hace más de 20 años. Siempre trabajó con yerbas aromáticas y medicinales, en un puestico que montaba afuera. Desde hace tres años montó su local y desde hace poco menos de un año y medio tenía este local de aquí”, relató ayer un conocido del señor.
Rodríguez dejó varios hijos. Estaba divorciado y entregaba toda su dedicación a los pequeños. Una de sus hijas comentó sobre la pérdida lo siguiente: “gracias por ser mi padre, esa guía en mi niñez de trabajo, de fortaleza, esfuerzo tu alegría que me dabas cada vez que hablábamos. No creo en que te fuiste, este dolor es eterno. No quiero decirte que descanses por que tú no sabías que era eso. Noche tan fría, tan lluviosa en mi corazón tan triste”.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
