Vuelve y juega: otro cuerpo sin vida apareció en vía pública de la localidad de Bosa.
A menos de 24 horas del hallazgo de un cadáver en una zona verde del barrio Vega La Baja, ocurrido la tarde del jueves, sobre la mañana de este viernes en un caño del barrio Potreritos apareció otro cuerpo sin vida.
El cadáver fue hallado por un reciclador de la zona, que en medio de sus labores dio con el lúgubre descubrimiento.
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Los hechos…
“Eso fue temprano, más o menos como a las 8 de la mañana. Un pelado que se la pasa reciclando por acá fue el que encontró el cuerpo. Según entendemos por lo que él contó y por lo que la Policía les dijo a unos vecinos, el cadáver estaba oculto entre un montón de basura y estaba cubierto con un costal, de los que se usa para reciclar”, le contó a Q’HUBO un vecino del barrio Potreritos que atestiguó los momentos posteriores al avistamiento.
Una vez el hombre se encontró con el inesperado hallazgo y se llevó el susto de su vida, procedió a contarles a varios vecinos lo que acababa de pasar y de inmediato dieron aviso a las autoridades.
Pasados unos 15 minutos de la alerta, los uniformados hicieron presencia en la Carrera 92 con Calle 78 Sur. Justo al lado de una desembocadura de agua que da al caño que atraviesa el sector de Potreritos, en medio de una concurrida zona residencial en donde confluyen varios conjuntos residenciales, se encontraba el cuerpo inerte.
“Cuando la gente de criminalística llegó para empezar con el tema del levantamiento, no se veía sangre, o al menos la lona blanca donde estaba el cuerpo no tenía manchas ni nada. Lo que decían en ese momento era que podía tratarse de algún habitante de calle, porque por ahí se la pasan varios, eso es lo que se ha sabido hasta ahora”, nos dijo una comerciante de la zona mientras nos señalaba con su índice derecho el punto exacto en donde abandonaron el cadáver.
Al cierre de esta edición, el difunto permanecía sin identificar. Se sabe, sin embargo, que se trata de un hombre cuya edad oscilaría entre los 30 y los 35 años. Si se trató de una muerte violenta o no, aún no se ha establecido. Las cámaras de seguridad de los conjuntos aledaños resultarían claves para esclarecer la hora y las circunstancias exactas del abandono del cuerpo.
“Viviendo en una zona así es muy jodido estar tranquilo. Un día es un robo, otro un sicariato, al otro un muerto envuelto en bolsas… acá pasa de todo y pareciera que nos estamos acostumbrando a vivir así. Y sí, necesitamos más seguridad, mejores tácticas de vigilancia y más eficacia en las investigaciones, pero ante todo, necesitamos otra sociedad, estamos muy enfermos”, fue la contundente frase con la que un vecino que pasaba por la zona nos recalcó la gravedad de lo sucedido.
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