En la mañana de ayer dos policías a bordo de una moto estaban realizando la primera ronda del día en el barrio La Favorita, en el centro de Bogotá. Cuando se movilizaban por el andén occidental de la Avenida Caracas con Calle 2 vieron un par de ratones merodeando una bolsa, pero al ser una escena común no les pareció extraño, pues las basuras, los escombros, los excrementos y sus fetideces son la cotidianidad en ese punto de la Caracas. Metros más adelante un habitante de calle los alertó: “¡oigan, pero pasan por el lado de los muertos y ni se enteran!”, gritó el sujeto con cierta mofa.
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Los patrulleros se devolvieron y, en efecto, dentro de una alcantarilla de cableado de telecomunicaciones había un cuerpo envuelto entre bolsas y lonas. Eran las 8 de la mañana.
¿Qué pasó?
Aún no se sabe a ciencia cierta. Un completo misterio rodea este impactante hallazgo. Una de las hipótesis es que, como ha sucedido con otros casos de cadáveres hallados en bolsas en la zona céntrica de la ciudad, podría tratarse de una macabra retaliación entre bandas dedicadas al microtráfico que se pelean a muerte el control de una de las zonas en que este negocio más dinero produce. Entre más droga, más miseria, porque hay que decirlo, los millones que a diario mueve la ilegalidad en este punto contrastan co n el progresivo y, al parecer, imparable empobrecimiento de la zona y sus habitantes.
Volviendo al hallazgo, según las autoridades, el cadáver pertenecería a una mujer entre los 30 y 35 años, aproximadamente, y su cuerpo habría sido abandonado allí por desconocidos sobre horas de la madrugada de ayer.
Llama la atención la cercanía del lugar del hallazgo con la supuesta casa de pique que la comunidad asegura que ha denunciado ante la Policía y con los demás hallazgos de cadáveres bajo circunstancias similares en distintos puntos del centro y sur de Bogotá.
Si bien la inspección del cadáver no se ha realizado a profundidad, Q’HUBO conoció que el cuerpo presentaba lesiones con objeto contundente a la altura de la cabeza y que tenía claras señales de estrangulamiento.
Al cierre de esta edición, el cadáver se encontraba en Medicina Legal. Se espera que en las próximas horas se dé con la identidad de la occisa, con las causas exactas de su muerte y, sobre todo, con las personas detrás de este macabro hallazgo cuya modalidad se ha convertido en una retorcida manera que han encontrado las bandas de microtráfico para enviarles mensajes a bandas enemigas o de ajustar cuentas entre ellos mismos. ¡Macabro!.
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