Luar Ardila, un colombiano en Australia, comparte su experiencia, en la que dice ganar 34 dólares por hora con un trabajo de catering en aeropuertos.
Australia se convirtió en un destino atractivo para muchos colombianos que buscan nuevas oportunidades laborales y de vida. De acuerdo con datos del Censo Nacional, más de 35.000 colombianos se han radicado en los últimos años en territorio oceánico.
Sin embargo, entre las miles de historias de cafeteros que migraron a ese exótico país, en redes sociales resaltó la de Luar Ardila, un joven colombiano, quien encontró una fuente inusual de ingresos trabajando en un aeropuerto. En su cuenta de TikTok, Luar compartió un videobloc en el que relata un día cotidiano en su trabajo, donde realiza una tarea que, aunque pueda parecer simple, le proporciona una ganancia mensual considerable.
Este joven trabaja en un restaurante doblando servilletas y asegurándose de que los cubiertos estén limpios, una labor que le deja más de $ 11 millones de pesos colombianos al mes. Esta labor, aunque pueda parecer muy monótona y aburrida, paga alrededor de 34 dólares australianos por hora, equivalentes a unos $ 134.000 pesos colombianos. Una cifra que es más “jugosa” cuando pasa a los turnos nocturnos, pues su salario aumenta a 38 dólares por hora.
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¿Dónde se ofrece este empleo del colombiano en Australia?
Según relata en su cuenta de TikTok @gingerboy, este tipo de empleo es ofrecido por empresas de catering que abastecen a los aviones con comida, bebidas y otros suministros. Estas empresas son esenciales no solo en aeropuertos, sino también en eventos, fiestas y presentaciones en general.
Según Ardila, es una opción laboral popular en el extranjero por la constante demanda de servicios de catering en salones de fiestas, hoteles y otras empresas. Además, asegura que no es necesario tener un nivel avanzado del inglés para ser contratado, por lo que basta con pasar un examen básico del idioma para ser contratado por una de las empresas que operan en los aeropuertos. Esto facilita la incorporación de trabajadores extranjeros que buscan estabilidad económica sin la barrera del idioma.
Luar detalla, además, que esta labor la realiza junto a otros tres compañeros, trabajando entre ocho y diez horas diarias. Aunque es un trabajo repetitivo, Luar considera que es adecuado para aquellos a quienes les gusta estar en constante movimiento con las manos.
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Por último, advierte que este oficio no es ideal para quienes prefieren la variedad en sus tareas diarias: “Hay que tener en cuenta que las personas que no les gusta la monotonía, esto no es buen trabajo, ya que siempre harán lo mismo”, afirma.
Redacción Q’hubo Medellín
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