Un reciente estudio llevado a cabo en los Estados Unidos ha arrojado resultados sorprendentes al sugerir que dormir en camas separadas podría ser beneficioso para las parejas. ¿Cuál es el fundamento detrás de esta controvertida afirmación?
Una investigación, realizada por la Universidad de Michigan, analizó los hábitos de sueño de más de mil parejas durante un periodo de seis meses. Los resultados indicaron que aquellos que optaron por dormir en camas separadas experimentaron una mejora significativa en la calidad de su relación.
La explicación se basa en la necesidad de espacio personal y descanso ininterrumpido de ocho horas. La terapeuta de parejas, Marta Rodríguez, comenta: “Muchas veces, las parejas se sienten obligadas a compartir la cama por presiones sociales, pero esto puede resultar en interrupciones del sueño, ronquidos y otros factores que afectan la calidad del descanso”.
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Según Rodríguez, un buen sueño individual contribuye a un estado de ánimo más equilibrado y a una mayor tolerancia durante el día, mejorando así la interacción entre los miembros de la pareja.
Es lo que se conoce como “divorcio del sueño”, uno de cada tres estadounidenses guarda las sábanas para sí mismo para mejorar su salud y por el bien de sus relaciones.
El estudio de Michigan, que experimentó con ratones, analizó que los pequeños animales a menudo sacrificaban sus lugares preferidos para dormir para estar más cerca unos de otros, en un intento de satisfacer sus deseos de conexión física y sensación de seguridad, a lo que se referían los investigadores como “anhelo somato”.
Los expertos también destacan la importancia de mantener espacios individuales en la relación.
Al respecto, el psicólogo clínico Eduardo Gómez, señala: “La autonomía y la individualidad son esenciales para el bienestar emocional. Dormir en camas separadas no implica distancia emocional, sino más bien la búsqueda de un equilibrio saludable entre el tiempo compartido y la necesidad de momentos de soledad”.
Aunque la idea de dormir en camas separadas puede parecer inicialmente inusual, los resultados de este estudio respaldan la noción de que un enfoque más flexible hacia el descanso nocturno puede tener beneficios significativos para la salud de las relaciones de pareja.
Sin embargo, los investigadores advierten que esta opción no es universal y que cada pareja debe evaluar lo que funciona mejor para ellos.
En conclusión, este estudio desafía las convenciones tradicionales sobre el sueño en pareja, abriendo un debate sobre la importancia de equilibrar la intimidad con la autonomía.
La calidad del sueño individual podría ser el secreto para fortalecer los lazos emocionales en las relaciones modernas.
Este artículo fue creado con la ayuda de Inteligencia Artificial, que utiliza machine learning para realizar los textos informativos. Además, fue revisado por un periodista de la sección web de Vanguardia.
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