Para los más tímidos y de malas en el amor, la aplicación Tinder se ha vuelto una alternativa interesante para conocer a personas encontrar una cita. No obstante, dada la naturaleza de la plataforma, Tinder también puede ser un lugar oscuro que se presta para realizar varias fechorías.
Así lo entendió Simon Leviev, un ciudadano israelí que amasó una fortuna estafando a mujeres a través de esta aplicación. Dado lo estrambótica que resulta su historia, Netflix decidió estrenar hace poco un documental sobre su historia y métodos de estafa cuya naturaleza, sin dejar de ser equivocada, dejó a más de uno con la boca
abierta.
Píllese todos los detalles de la historia de este extravagante malandro
Desde muy niño estaba en esas andanzas
Si algo tenía claro este bandido de cuello blanco es que en su vida iba a mover un solo dedo para acumular fortuna. Su falta de escrúpulos y su parla lo llevaron a conseguirlo todo. Desde que tenía 13 años, alias ‘Leviev’ comenzó en el mundo de las estafas robando cheques y dinero de una casa en Israel en donde trabajaba como empleado. Cuando fue descubierto, simplemente se mudó de ciudad y volvió a cometer lo mismo, hasta que de nuevo fue sorprendido y tuvo que viajar a Finlandia (Europa).
Estafas varias hasta que conoció Tinder
Una vez en Finlandia, ‘Leviev’ comenzó con estafas menores, como falsificar firmas para defraudar tarjetas de crédito, e incluso inventando negocios chimbos en los que engañaba a sus amigos y se volaba con la plata.
Gracias a esas movidas, el individuo logró acumular unos buenos pesos que le permitieron pasar al siguiente nivel: convertirse en el estafador de Tinder buscado por la Interpol. Gracias a su apariencia física y a unos lujos que lograba alquilar con su fortuna mal habida, ingresó a la red social para comenzar a estafar a mujeres de forma maquiavélica.
Su modus operandi en Tinder
Al crear su perfil en Tinder, el estafador comenzó a ver perfiles de chicas que parecían y les hablaba, contando con la fortuna que ellas también le correspondían debido a sus apariencia y a sus fotos en carros deportivos. Una vez las conocía, él las llevaba en vuelos privados de un país a otro para mostrarles su supuesta fortuna y a conquistarlas con regalos y joyas (en su
mayoría chimbas).
Al pasar los meses, ‘Leviev’ activaba el punto clave de la estafa. De repente, según confesaron todas sus víctimas en el documental de Netflix, un mensaje les llegaba a media
noche a su celular. Era una foto de él juntoasu chofer ensangrentadosyrumbo a un hospital. El israelí les contaba que debido a su dinero, sujetos peligrosos estaban detrás de él para secuestrarlo.
Dada esta situación, el estafador les decía a sus víctimas que le prestaran dinero y sus tarjetas de crédito para esconderse; él alegaba que no podía usar su dinero, ya que si lo hacía, los ‘bandidos’ que iban tras él lo iban a localizar fácilmente. Finalmente, luego de que las mujeres agotaban sus ahorros y hasta se endeudaban para darle todo lo que tenían, ‘Leviev’ se desaparecía sin dejar rastro, dejándolas con el corazón roto y en la cochina calle.
Libre y campante a sus anchas
Varias de sus víctimas comenzaron a denunciarlo en masa, hasta que la Interpol y los equipos de investigación de los bancos de sus víctimas lograron dar con su paradero en Grecia. Allí fue arrestado a principios de 2021 por estafa y condenado a 5 años de cárcel, de los cuales solo pagó 5 meses por buena conducta.
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De hecho, hoy se encuentra libre y hasta tiene una cuenta en Instagram en donde presume de su dinero mal habido. Dicen que el billullo hurtado por él alcanzaría la cifra de los 39 mil millones de pesos.
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