La fisicoculturista que
tiene 69 años

Dicen por ahí que la edad solo está en la mente, y Gladys Bravo lo tiene claro.

Esta chilena tiene 69 años pero, ahí donde la ven, tiene la energía suficiente para levantar pesas y convertir su cuerpo en una ‘obra de arte’, pues es una consagrada fisicoculturista. Se dedica a esta disciplina deportiva desde los 55 años, luego de perder su empleo.

Y se tomó tan en serio su vida ‘fitness’ (entrena todos los días y come cinco veces al día) que ya es campeona nacional. Ahora es el orgullo de sus tres hijos y nietos. “Cuando voy a la casa de mis compañeros, las abuelitas de ellos no son como la mía”, dijo uno de sus nietos.

Ahora Gladys se prepara para su próximo reto: el sudamericano de fisicoculturismo que se realizará en Buenos Aires (Argentina).

Estrella su auto por salvar una vida

Una cámara vehicular grabó en una carretera de Ámsterdam (Países Bajos) el momento en el que un conductor decide chocar un vehículo que iba adelante de él, debido a que la conductora se desmayó y tenía el pie sobre el acelerador.

En las imágenes se ve que, tras detener a la fuerza el vehículo de la afectada, Henry Temmermans, como se llama el héroe al volante, se bajó para asistir a la mujer, quien al ser llevada al hospital resultó tener cinco costillas rotas.

Rescatan a perro a 5 mil metros de altura

Un grupo de montañistas recibieron la llamada de varios escaladores quienes vieron que en la cima de la montaña Citlaltepetl (a 5 mil metros de altura en México) había un perro en grave estado de salud.

Entonces, motivados por salvarle la vida, los montañistas emprendieron el reto de llegar a la cima, hasta que por fin lo encontraron, aunque tenía signos de desnutrición.

Por fortuna Canelo, como ahora llaman al canino, recibió comida y calor de sus nuevos amigos humanos.

Después de mucho trabajo y esquivar las mordidas que nos aventaba pudimos meterlo y solo su cabeza quedó saliendo”, dijo el montañista Layo Aguilar.

Ruido mató a 63 gallinas

Ranjit Kumar Parida es un habitante de la India que vivió un drama luego de ver que sus 63 gallinas murieron, según su veterinario, de un ataque al corazón a causa del ruido de una procesión que pasaba cerca.

Parida cuenta que “les pedí a los operadores de la banda que bajaran el volumen porque la música era demasiado ruidosa y aterrorizaba a las gallinas, pero no me escucharon”.

¿Pero qué tiene que ver el ruido con la salud de dichas aves? Pues que les acelera el ritmo cardíaco y aumenta la probabilidad de sufrir un ataque.