Noelia Pace es una médium argentina que cuenta con un don especial con el que ayuda a muchas personas a despedirse de los seres queridos que ya fallecieron y a superar el duelo.
Desde su niñez, Noelia supo que tenía una conexión especial con los espíritus. A pesar de las dificultades que enfrentó al ser incomprendida, tanto en su familia como en su entorno escolar, logró encauzar su don con la ayuda de una madre espiritual que la guió en su adolescencia.
Ahora, Noelia ha acumulado décadas de experiencia, no solo ayudando a personas a conectar con sus seres queridos fallecidos, sino también colaborando en investigaciones policiales, donde ha proporcionado detalles clave en casos difíciles.
En sus sesiones, trabaja para cerrar ciclos, resolver cuestiones pendientes y ayudar tanto a los vivos como a los muertos a encontrar paz. Su enfoque se basa en el respeto y la contención, asegurando que la comunicación con los espíritus se realice de manera segura y positiva. “La muerte es una transformación, no un final,” explica Noelia, quien se dedica a aliviar el dolor de aquellos que han perdido a seres queridos, enseñándoles a encontrar señales y a entender que aún continúan presentes de otra manera.
¿Qué es un médium?
Es el ser que tiene la posibilidad, la capacidad y el don maravilloso de conectar los planos: el plano astral con el plano terrenal. Tiene la habilidad de entender, transmitir, ver, sentir y escuchar a ese alma, a ese ser que dejó este plano físico. En mi caso, como médium y con mi clarividencia, también trabajo en la búsqueda de personas, en el proceso de saber dónde está ese ser, si está vivo o muerto.
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Muchas personas creen que al invocar el alma de los muertos, no los dejan descansar, ¿es verdad?
Hay una cultura bien marcada y arraigada en muchos países, no solo aquí, que sostiene que no se debe molestar a los muertos. Sin embargo, indirectamente también pedimos a nuestros ancestros, y las religiones o culturas más arraigadas en la comunicación con la Madre Tierra solicitan a sus ancestros que la cuiden. Lo que les explico es que somos energía en este plano terrenal; existimos como espíritu porque aspiramos y respiramos. Al dejar este plano terrenal, el espíritu comienza nuevamente su proceso. No se molesta cuando se le habla a un alma o se le dice cuánto se le extraña.
En las películas, vemos que al invocar almas se abren portales que dan paso a otras entidades, ¿esto puede suceder en la realidad?
Sobre todo en las películas, donde se juega con la ouija, se muestra que estas herramientas pueden abrir portales y permitir la entrada de otras entidades. En realidad, no es un juego; son herramientas para la apertura y cierre de portales. El problema es que quien no sabe cómo abrir, sostener y cerrar estos portales puede ocasionar desequilibrio. Por eso, las personas que asisten a mis encuentros o sesiones privadas saben que hay una contención adecuada del portal y que no ocurrirá nada malo.
¿Cuál es la perspectiva de muerte que le plantea al público?
Nacemos y morimos todos los días. Cuando te vas a dormir, tienes la certeza de que despertarás, sin ansiedad ni el deseo apremiante de despertar para hacer todo lo que habías proyectado. Cada instante, nacen y mueren células en nuestro cuerpo, nuestras neuronas se reproducen; de hecho, energéticamente somos una proyección constante de muerte y vida. Ese es mi mensaje: la muerte es una transformación, no una finalización.
En estos encuentros, a lo largo de muchas sesiones, se mencionan casos como el de las madres que pierden a sus hijos, ya sea durante el parto, con recién nacidos o en etapas posteriores, y se preguntan cómo seguir adelante. ¿Ustedes sabían que las madres biológicas llevan en el cordón umbilical la carga de las células madre? Cuando la criatura nace, parte de esas células madre queda en la madre, lo que significa que una parte del hijo queda dentro de ella. Si respiras y eres consciente de la respiración, un acto que hacemos mecánicamente sin saber lo importante que es para nuestra existencia, verás que la vida continúa en ti.
Esto me ha permitido ayudar a muchas madres que creían que la muerte finalizaba la vida porque les arrebataba a lo más querido. Además, tanto para madres biológicas como adoptivas, se puede trabajar energéticamente. Nada de lo que ocurre en este plano terrenal es al azar; todo está marcado.
¿Cómo tener conexión con los que ya no están?
Hay una señal que todo el mundo busca, que es el colibrí. Sin embargo, yo siempre les digo que no anden cazando colibríes. Hay otras señales, como músicas, números, olores y palabras. Las almas se hacen entender y coexisten con nosotros en muchas ocasiones, y esas señales nos permiten desarrollarnos.
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