Con una bolsa plástica, su pasaporte y un número telefónico anotado en la mano viajó solo en tren un niño de 11 años rumbo a Eslovaquia. Su mamá no pudo viajar con él porque debía quedarse cuidando a la abuela, quien se encuentra inmovilizada.
El niño recorrió 1.200 kilómetros de distancia desde Ucrania y estuvo acompañado por policías aduaneros. Al llegar a Eslovaquia lo acogieron unos voluntarios, quienes lo condujeron a un refugio en Bratislavia (capital de Eslovaquia). Acto seguido, llamaron a su mamá para notificarle que el pequeño se encontraba bien.
“Estoy agradecida de que hayan salvado la vida de mi hijo”,
expresó Yulia Volodymyrivna Pisecka, madre del menor de edad.
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Entre tanto, la Policía de Eslovaquia afirmó a través de Facebook que el niño “se ganó el corazón de todos con su sonrisa, su valentía y su determinación, un trabajo digno de un verdadero héroe”.
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