Usar el teléfono celular en el baño se ha vuelto un hábito. No obstante, muchos ignoran los riesgos que esta práctica representa para la salud.
Además del peligro de dañar el dispositivo en un ambiente húmedo como el baño, existe un riesgo de contaminación que no debe subestimarse. Los baños están repletos de gérmenes y bacterias, tanto por las deposiciones como por el uso frecuente de diferentes personas. Según el microbiólogo Charles Gerba, estos lugares están cubiertos de bacterias intestinales, incluyendo patógenos como E. coli y salmonela.
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Llevar el celular al baño aumenta la probabilidad de que se contamine con restos de heces, orina y otros fluidos contaminantes. Superficies como la perilla de la puerta, los grifos del lavabo, el inodoro y el piso, también están contaminadas y pueden transferir estos gérmenes al teléfono móvil. Incluso después de lavarse las manos, al tocar estas superficies se corre el riesgo de volver a contaminar el dispositivo, que luego se utiliza durante todo el día.
El momento de mayor contaminación ocurre al jalar la palanca del inodoro. Las pequeñas partículas de agua, que contienen orina y heces, se dispersan en el aire y pueden caer sobre superficies cercanas, incluyendo el teléfono celular.
Ante estos riesgos, los expertos sugieren reevaluar este hábito y considerar dejar el celular fuera del baño. Es importante que las personas evalúen cómo cuidan su salud y su higiene personal, junto con el uso del celular, ya que estos deben ser prioridades.
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