Le contamos cuáles son las consecuencias que puede sufrir un menor al no tener una figura presente en su vida.

A propósito del Día del Padre, recordamos la importancia de la figura paterna en la vida de los hijos. Luna Medina, directora de Bienestar Universitario y Proyección Social de UNINPAHU, comparte valiosas claves para ser un padre presente y construir relaciones amorosas y respetuosas con nuestros hijos.

1. Participación activa: Ser un padre presente implica involucrarse activamente en la vida de los hijos. Escuchar y comprender sus necesidades, estar dispuesto a ajustar enfoques según las circunstancias y promover una relación afectuosa son aspectos clave.
2. Momentos cotidianos y especiales: No solo se trata de estar presente en los momentos especiales, sino también en la rutina diaria. Mostrar interés genuino en las experiencias de los hijos, brindar orientación y apoyo incondicional crea un ambiente familiar donde se sienten seguros, valorados y amados.
3. Disponibilidad emocional: Estar emocionalmente disponible en cada etapa de la vida de los hijos es fundamental. Cultivar una conexión duradera y significativa contribuye al desarrollo integral y la formación de adultos jóvenes seguros y equilibrados.

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Los beneficios de tener padres presentes e involucrados son innegables. Desde la infancia hasta la adultez, la presencia constante y el apoyo emocional proporcionan a los niños una base sólida para crecer y prosperar.

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Consecuencias de la ausencia de los padres en la vida de los hijos

Ante esto, la experta explica que la ausencia de un padre durante la infancia puede tener un impacto multifacético en el desarrollo de los hijos.

1. Dificultades en los vínculos afectivos: La falta de una figura paterna puede generar problemas en la formación de vínculos seguros. Esto puede manifestarse en dificultades de apego y relaciones interpersonales inestables a lo largo de la vida.
2. Baja autoestima: La carencia emocional debido a la ausencia paterna puede contribuir a una baja autoestima en el niño. La percepción de su valía personal puede verse afectada por esta ausencia.
3. Impacto en el desarrollo académico: La ausencia de un padre puede afectar la concentración escolar y el potencial académico del hijo. Estas consecuencias pueden persistir en la edad adulta.
4. Dificultades en relaciones íntimas y de amistad: Muchos adultos que crecieron sin la presencia paterna pueden tener dificultades para establecer y mantener relaciones. La falta de confianza en los demás y problemas para manejar conflictos interpersonales son comunes.
5. Dependencia emocional y autoestima: La ausencia paterna puede llevar a una dependencia emocional en relaciones románticas y afectar la autoestima y la confianza en sí mismo.
6. Riesgo de problemas de salud mental: La falta de un padre durante la infancia aumenta el riesgo de problemas como depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad, que pueden persistir en la edad adulta.

Redacción Q’hubo Bogotá + Colaboración IA.

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