En la casa de Sheylla Quintero siempre hay un olor dulce, exactamente a churros, esos deliciosos pasteles que para muchos son el postre perfecto después de almuerzo. Lo mejor de la historia es que son preparados por ella misma, una niña de 14 años, quien tiene muy claro que quiere ser independiente para ganarse la vida.
“Todavía no tengo muy claro lo que quiero estudiar, pero lo que sí sé es que quiero tener mi propio negocio y vivir de él. También quiero que otros niños se inspiren y vean que sí se puede empezar desde chiquitos para salir adelante”, nos contó esta emprendedora, que trabaja con su familia.
“Una tía me enseñó la receta y junto con ella y mi mamá preparamos los churros todas las tardes para despacharlos. Es una receta familiar, la cual disfrutamos mucho hacer. Gracias a Dios todos los días vendemos el producto. Son muy ricos y frescos”, aseguró la joven antioqueña.
“Lo hace para comprar sus libros”
La mamá de Sheylla, Ana Quintero, sin duda es la más contenta, pues su hija destina el dinero que gana para ser cada día más pila.
“Le fascina leer, entonces siempre cuando vende los churros se compra libros. Lo hace porque dice que quiere ser muy inteligente, superarse y ser cada día mejor. Con lo otro que le queda de las ganancias lo reinvierte para que su emprendimiento sea cada vez más grande”, contó orgullosa la madre, quien reconoce las ganas de su hija para progresar.
“Ella llega del colegio todos los días a las 3:00 de la tarde. Luego, revisa las tareas, las distribuye y se pone a hacer los churros. Esto le encanta y lo hacemos con mucho cariño todas las tardes”, finalizó la mujer.
Inspira y motiva la historia de esta adolescente, quien se sueña en un futuro vivir de su propio negocio… Y si ella, con 14 años, ya lo está haciendo realidad, imagínese usted qué tanto puede hacer también. ¡Inténtelo!
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