Con casi 80 años de trayectoria musical, Los Gaiteros de San Jacinto se posicionaron como el ensamble de cumbia y gaita más importante de Colombia. Este año vuelven con su más reciente álbum, ‘Orgullo Colombiano’, compuesto por 12 canciones y disponible para los coleccionistas en formato LP.
El grupo formado a mediados de la década de los 50 bajo el liderazgo de los folcloristas Manuel y Delia Zapata Olivella realizaron su primera gira internacional en 1958 recorriendo China, Japón, Rusia, Alemania, Francia, Italia, España y otros países europeos. Esto los llevó a presentarse en los Juegos Olímpicos Culturales de México en 1968.
Su álbum, ‘Un fuego de sangre pura’, de Smithsonian Folkways Series Recordings, ganó el Premio Grammy Latino 2007 al Mejor Álbum Tradicional compitiendo contra importantes agrupaciones como Muñequitos de Matanzas de Cuba. En 2020 volvieron a ser nominados en la misma categoría.
Este año vuelven con el álbum ‘Orgullo Colombiano’ y una gira de verano por Estados Unidos con la que ya tienen 20 fechas confirmadas incluyendo ciudades como Nueva York, Washington, Chicago, San Diego, Grand Rapids, New Haven, Easthampton, Pittsburgh, entre otras.
Hablamos con los Gaiteros sobre su historia y trayectoria musical, su más reciente trabajo y los proyectos en los que han venido trabajando.
¿Cuál es la historia de los Gaiteros de San Jacinto? ¿Cómo se formó el grupo?
El grupo ya existía para la década de los 40, pero se dio a conocer a mediados de 1950 porque el escritor Manuel Zapata Olivella y la coreógrafa Delia Zapata Olivella tenían una gira por el mundo con danza folclórica a nivel nacional y necesitaban unos músicos para ese propósito. En esa época les comentaron que en San Jacinto, Bolívar, había unos hombres campesinos que tocaban este tipo de música y hasta allá llegaron, hicieron todo el proceso, organizaron el grupo y buscando un nombre se decidieron por “Los gaiteros de San Jacinto”. De allí en adelante salieron al mundo mostrando los ricos que es nuestra cultura colombiana, a nivel del Pacífico y a nivel de la costa Caribe.
En aquella ocasión los primeros exponentes fueron Toño Fernández, Juan Lara, José Lara, inclusive el maestro Andrés Landeros que se convirtió después en el rey de la cumbia. Y bueno, el grupo se ha mantenido de generación tras generación, conserva los mismos instrumentos, no se le ha hecho ningún cambio y bueno, hasta el día de hoy nos conservamos de esta forma.
¿El grupo solo ha sido heredado por hijos y familiares o han incorporado talentos ajenos a la familia fundadora del grupo?
Bueno, sí, en el grupo hay personas que son hijos de los fundadores o que tienen algún grado de familiaridad, pero eso no implica que otra persona pueda ser parte de Los Gaiteros de San Jacinto. Lo único que es obligatorio, es que las personas que quieran hacer parte de los Gaiteros deben conocer cómo se ejecuta la gaita san jacintera, porque tiene unos estándares que nos enseñaron los viejos que hay que cumplir. En otras regiones, por ejemplo, está la gaita negra, que es más afro, los ritmos son más rápidos y se diferencia de la gaita san jacintera, porque la música de nosotros es más melancólica, más indígena, entonces todo aquel que toque de esa forma y se adapte a las condiciones del grupo puede hacer parte de él.
Abordemos un poco más esa técnica particular de la gaita san jacintera, ¿De qué materiales está elaborada este tipo de gaita?
Tradicionalmente la gaita se ha fabricado con el corazón del cactus, de esa madera que viene dentro del cactus es que se conforma el cuerpo de la gaita. Las gaitas son un matrimonio, existe la gaita hembra que tiene cinco orificios y la gaita macho que tiene dos orificios. La parte de la cabeza está fabricada con una aleación de cera de abeja montuna con carbón vegetal molido.
Anteriormente la ocarina o la boquilla era fabricada con la pluma del pato casero, actualmente por higiene y por resistencia se hace de un material plástico.
¿Cómo han logrado desafiar los cambios de la industria musical para mantenerse vigentes y además para que le sigan gustando no solo a las generaciones más antiguas sino también a las nuevas generaciones?
Precisamente por esa tradición que nos dejaron los grandes gaiteros y los grandes maestros es que hemos llegado al corazón de la gente sea joven o madura. En esta larga trayectoria hemos podido estar en escenarios en los que solo hay gente joven pero que igual bailan, brincan, saltan y se disfrutan la música de la gaita. Entonces nos hemos dado cuenta que sin necesidad de meterle otro género u otros instrumentos podemos mover público y ser fieles a la tradición que nos dejaron nuestros grandes maestros.
El grupo ha estado en festivales como el Estéreo Picnic y próximamente en el Gran Festival Colombiano en Chicago. ¿Cómo ha sido el proceso para participar en este tipo de eventos?
Bueno, aunque nosotros hemos mantenido la música auténtica y tradicional, también hemos explorado y hecho colaboraciones con otros artistas jóvenes que vemos que le gustan a la gente y que creemos que pueden aportar con fusiones de tambores o con mezclas musicales pero sin perder nuestra esencia. Entonces hemos estado interactuando con gente joven y nos hemos dado cuenta en los conciertos en Europa, en Estados Unidos, en Chile, en Argentina, México, que esto le gusta al público y que, así como vamos, la gaita nunca morirá.
En el nuevo álbum titulado ‘Orgullo Colombiano’ hay un par de colaboraciones con Carmen Antolínez y Martín Peroza en canciones como ‘Cuando cantan las mujeres’ y ‘El octubre que venía’. ¿Cómo llegaron a estas colaboraciones y qué es lo que aportan a la esencia del grupo y a las canciones del nuevo álbum?
Bueno las canciones que están en el nuevo álbum como todas las que hemos grabado anteriormente son canciones que le cantan a la naturaleza, las vivencias, los pájaros, las mujeres. En este álbum quisimos también cantarle a la paz y las raíces campesinas, y de hecho, también incluimos una canción completamente instrumental que es más una apuesta romántica.
Con respecto a Marlon y Carmen, un punto importante es que que Los Gaiteros de San Jacinto casi nunca habían tenido una voz femenina y escogimos este año a Carmen Antolinéz que es una excelente cantadora de música tradicional y además muy joven al igual que Marlon y sabíamos que podían complementar nuestra música con una propuesta más fresca.
Esta es una forma de sumarnos a los cambios que enfrenta la música, porque el legado de las composiciones de nuestros maestros seguirá con nosotros, pero si va a cambiar el modo de componer y lo estamos haciendo para también brindárselo a las futuras generaciones.
El álbum ‘Orgullo Colombiano’ se lanzará en formato digital y en vinilo LP, ¿por qué decidieron sacarlo al mercado de esta manera?
La evolución de la música es total y es global, por lo menos el álbum pasado que fue nominado al Grammy Latino en el 2020, lo hicimos en CD, pero ese formato ya es obsoleto. En otra ocasión ya habíamos hecho el top de gaita en LP y gustó mucho, además sabemos que esto es lo que busca la gente que colecciona música. Hay muchas empresas que están imprimiendo el vinilo porque se puso nuevamente de moda, hay como una tendencia que crece en la gente joven a la que le interesa volver a ese tipo de formatos, entonces nosotros quisimos apostarle a eso también.
Tienen programada una gira por Estados Unidos y Europa, y, además, son invitados especiales al Gran Festival Colombiano en Chicago, ¿qué otros proyectos tienen en mente o se están trabajando para los próximos años?
Ahorita estamos trabajando en todo el lanzamiento del álbum y viendo la posibilidad de llevarlo a los Grammy latinos a ver si de pronto ahí se consiguen algunas cosas o quien quita que llevemos otro Grammy a Colombia y a San Antonio.
También estamos enfocados en el trabajo con la fundación de Gaiteros de San Jacinto en la que le enseñamos a los niños de San Jacinto y de las zonas rurales la música con la que crecimos. Este proyecto lo hemos venido trabajando desde hace cuatro años junto al Ministerio de Cultura y otras organizaciones de la región. Muchos de nosotros vivíamos en Bogotá y nos devolvimos a los territorios porque ya se puede entrar nuevamente a la zona rural y sabíamos que teníamos que volver para seguir cultivando nuestra herencia musical a las nuevas generaciones así como los maestros nos enseñaron a nosotros.
Por otra parte, este año tenemos la agenda copada y vamos a llevar nuestra música a Estados Unidos, Canadá y Europa, y el próximo año tenemos pensado ir a Chile y a otros países de Latinoamérica a los que no volvemos desde la pandemia.
Redacción Colprensa
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